Alma de la tierra mía. Décimas Cubanas a la Virgen
ALMA DE LA TIERRA MÍA. Antología de décimas cubanas a la Virgen
Quien conozca cómo se viven y se practican en Cuba la décima y la religiosidad —en especial el culto a esa idea sagrada de Madre protectora y telúrica, imposible de encasillar en ningún tipo de hieratismo— comprende que esta selección no pretende, ni podría jamás, ser un simple rosario de piezas católicas o un muestrario de formas literarias puras. Lo que proponemos es un viaje esencialmente cultural, más libre, más profundo y, sobre todo, infinitamente más vital y divertido.
En la historia espiritual de Cuba, pocas alianzas son tan profundas como la que une a la mutante décima y a la omnipresente Virgen. Desde los primeros cantos populares hasta las voces contemporáneas, la estrofa de diez versos ha servido de puente entre la fe del pueblo y la imaginación poética, convirtiéndose en una lengua compartida donde se encuentran la devoción, la memoria y la identidad nacional con todas sus pulsiones que van desde las fiestas y las parrandas hasta los rituales del velorio y los pagos de promesas.
Esta antología, Alma de la tierra mía, nace de esa larga conversación. Aquí tomamos décimas de todas las ramas del árbol de la cultura cubana, e incluso de las que parecen caídas en el suelo. Recogemos décimas que son reliquias, usadas como vasijas y atuendos en ritos de todo tipo, provenientes de tradiciones, y de todas las épocas, territorios y procedencias, siempre dirigidas a la Virgen —en especial a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba— como madre cercana, símbolo de amparo y figura que ha acompañado los momentos cruciales de la vida colectiva: la búsqueda de protección ante las tormentas cotidianas, la lucha por la independencia, los desgarros del exilio, las crisis sociales, los duelos íntimos y las esperanzas más humildes.
Es sabido que, tras el triunfo de la ideología comunista en Cuba, se abrió una etapa en la que se privilegiaron las investigaciones orientadas por el nacionalismo y el énfasis en la identidad colectiva. Fue entonces cuando surgieron las principales recopilaciones de literatura oral y poesía popular. Aquel fenómeno, sin embargo, estuvo condicionado por una visión materialista —y en muchos casos pesimista— sobre el “descubrimiento” de la identidad y las tradiciones. Por ello, los grandes decimistas populares que se convirtieron en investigadores y antologadores sintieron la necesidad de respaldarse con metodologías y apriorismos ideológicos oficiales, como forma de legitimación ante el discurso dominante. En ese contexto aparecieron colecciones de décimas y poesía campesina, como las compiladas por Samuel Feijóo, concebidas desde una óptica que excluía deliberadamente el temblor religioso o místico. Coincidió esa tendencia con un gesto simbólico paralelo: en muchas casas se descolgaban las imágenes sagradas, mientras poetas como Jesús Orta Ruiz o Carilda Oliver Labra —por mencionar apenas dos ejemplos— menospreciaban o acaso olvidaban las hermosas décimas que, en tiempos previos, habían dedicado a la Virgen, cuando el ateísmo aún no se había convertido en doctrina de Estado.
Rescatamos muchas de esas obras y las colocamos en perspectiva. Al contrario de algunos prejuicios críticos que pretendieron reducir la décima al ámbito exclusivamente profano o patriótico, los textos aquí reunidos muestran hasta qué punto la fe y la poesía popular se han nutrido mutuamente. Desde las composiciones anónimas transmitidas en areítos cristianizados, velorios, promesas y peregrinaciones, hasta las décimas de grandes autores de la literatura cubana, se revela una tradición donde patria, religiosidad y canto popular se entrelazan como dimensiones inseparables de una misma experiencia cultural. La Virgen aparece no sólo como figura teológica, sino presencia viva en el imaginario campesino, urbano, mestizo; como metáfora de protección, justicia, ternura, consuelo y, muchas veces, identidad íntima y resistente ante los embates de la política.
Nuestra antología se desplaza en tres ámbitos complementarios. El capítulo “Flor de la fe popular” recopila voces nacidas de la experiencia comunitaria y devocional cotidiana: versos que brotan de promesas, procesiones, altares domésticos, fiestas patronales, donde la décima es oración compartida. Luego, “Los poetas naturales” presenta a improvisadores, cantores y decimistas del pueblo, esos creadores que, sin renunciar a la tradición oral, han llevado la alabanza a la Virgen a diversos escenarios, la radio y las celebraciones públicas, prolongando una memoria viva. Por último, “El manto de la escritura” reúne las décimas de autores que desde sus bibliotecas se han podido nutrir de todo lo asentado previamente dentro de la cultura popular, obras de firmas reconocidas de la literatura cubana, que encontraron en esta forma métrica un modelo preciso para pensar, en torno a la Virgen, a sus pies, las grandes preguntas sobre la vida, sobre el país y el destino.
Un verso octosílabo da título a esta antología, tomado de la canción “A la Caridad del Cobre”, con letra de Reutilio Domínguez y Celina González, tema emblemático de la música campesina cubana popularizado por quien fuera llamada la Reina de la Música Campesina. Tuvimos el privilegio de conversar con Celina y comunicarle nuestra elección. En aquel diálogo habló del profundo sincretismo de su canto, dirigido no sólo a la Virgen que tiene su santuario en la montaña oriental del Cobre, sino también a Oshún, deidad de la religión afrocubana con la cual se funde en la devoción del pueblo. Celina, creyente a su manera, vivía esa fe desde una intuición íntima y poderosa: como hija de una doble potencia divina que se encarna y se confirma no en el dogma, sino en la experiencia humana misma.
Con verdadera alegría
hoy quiere mi lira pobre
cantarte, Virgen del Cobre,
alma de la tierra mía.
[Virgen Pura] La santa fe que nos guía
a darte un verso bonito
[Mira Cuba] llega hasta tu altar bendito
al par que mi lira suba
y en el nombre de mi Cuba,
Oshún, yo te felicito.
Alma de la tierra mía no busca únicamente documentar una curiosidad literaria, sino revelar un territorio de sentido donde la poesía dialoga con la historia profunda de Cuba: sus mestizajes, sus heridas y sus persistentes búsquedas de unidad. Cada décima es aquí, a la vez, plegaria y testimonio, espejo de un pueblo que ha sabido transformar su experiencia religiosa en palabra poética, y el misticismo de su palabra en un acto de pertenencia. Con esta selección comentada y anotada, aspiramos a iluminar un manantial esencial de la cultura cubana, donde confluyen —inseparables— el culto sagrado al amor maternal (nuestro Dios insular primordialmente no es ley, sino sentimiento de Madre), la fiesta entendida como rito de comunión, y la estructura circular de la décima como la manifestación más coral y sensible de esa abundancia imaginaria que define el alma nacional.
En estas páginas, la Virgen de la Caridad y las demás advocaciones marianas invocadas por los poetas, aparecen como centro afectivo de una familia espiritual que se reconoce en sus reflejos entre figurativos y abstractos. Leer estas décimas es escuchar también el latido de la nación: el alma de la tierra que las inspira.
Portada: Detalle de El amor nos une (2012), obra de Mercedes (MERCY) Rivadulla Pérez (Cuba), óleo sobre tela, 33.5 x 41.5 cm.
© Árbol Invertido y Ediciones Deslinde
Índice de "Antología de Décimas Cubanas a la Virgen"
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