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Ambiental | ¿Por qué no podemos ignorar el cambio climático?

Si el planeta rebasa el aumento límite de la temperatura, proyectado por los científicos en 1,5 grados Celsius, las consecuencias podrían ser catastróficas. Sin embargo, la divulgación sobre los peligros del cambio climático es insuficiente aún.

Pantalla dividida entre un paisaje verde y un paisaje de deforestación.
¿Por qué no podemos ignorar el cambio climático? | Imagen: Pixabay

Quizás has visto en las noticias y a través de las redes sociales, especialmente en los últimos meses, acciones llevadas a cabo por activistas por el cambio climático alrededor del mundo. Una de las más mediáticas, hace poco, fue la de los jóvenes que arrojaron salsa de tomate a la famosa pintura de Van Gogh de "Los girasoles"…

Otros ejemplos son los activistas que rompieron un pastel contra la cara de la figura de cera que representa al rey Carlos, de Inglaterra, en el museo Madame Tussauds; el científico que se encadenó a sí mismo a la puerta de un banco en Los Ángeles; activistas y científicos haciendo barreras humanas en vías de gran tráfico. A primera impresión, pueden parecer acciones vandálicas peligrosas y, desgraciadamente, como tales quedan reflejadas muchas veces…

Sigue siendo poco lo que se difunde en información de los medios de prensa mundiales sobre el inminente peligro del cambio climático. Estas protestas, aunque virales, muchas veces son presentadas de manera superficial por los medios de prensa, haciendo que la opinión pública genere rechazo ante una “protesta radical sin motivos concretos”.

Pero un problema mayor es el hecho de que, aunque estas acciones han logrado viralizarse en redes sociales y todo tipo de medios de información a nivel mundial, casi nadie expone las razones de estas protestas.

Estas acciones, aunque desesperadas, han recurrido a las más llamativas formas de protesta pacífica (por ejemplo, en el caso del cuadro de Van Gogh este no fue dañado de ninguna manera) para alertar sobre los peligros del cambio climático y la necesidad de una conciencia masiva a inmediata al respecto, y de la responsabilidad de los gobiernos y políticos de tomar parte en un asunto que compete a todo el planeta, más allá de cualquier frontera geográfica.

Reconocidos científicos de la NASA y de otros importantes centros de investigación a nivel mundial han decidido dejar su trabajo y dedicarse al activismo ante el peligro para la vida que ellos mismos han podido comprobar.

Científico protestando junto a un cartel (en inglés): "somos la naturaleza defendiéndose a sí misma".
Científico del clima de la NASA protesta en un edificio de JPMorgan Chase en Los Ángeles | Imagen: Independent en Español

Los científicos han alertado sobre el cambio climático durante las últimas décadas, y lo que en principio parecía una meta posible y lejana: reducir la contaminación para frenar el calentamiento global, se ha convertido en una realidad alarmante. A pesar de los diferentes acuerdos firmados a nivel mundial por la mayoría de lo gobiernos, en la práctica poco se está cumpliendo y los daños prevenibles se acercan más a límites irreversibles.

La necesidad del activismo sobre el cambio climático: Just Stop Oil

En el caso del Reino Unido, las acciones (el cuadro de Van Goth, barreras de personas en las calles, pastelazo al rey Carlos…) tienen detrás a la organización Just Stop Oil, un grupo ambientalista que está pidiendo al gobierno de Reino Unido que detenga todos los nuevos proyectos de inversiones en la industria de extracción y producción de combustible fósiles: carbón, gas y petróleo.

Es ampliamente sabido hoy día que la producción y quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases tóxicos contaminantes que contribuyen significativamente a la contaminación del aire, recalentando la tierra a través del efecto invernadero, lo que contribuye significativamente al cambio climático.

Hace solo un año atrás, en 2021, con el lema "Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático", la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), se reunió precisamente en Reino Unido, más específicamente en Glasgow, para debatir estos temas y se acordó la necesidad de radicalizar las políticas gubernamentales en la dirección de no aumentar las emisiones de gases contaminantes.

De estos tratados Gran Bretaña es parte, por supuesto. Sin embargo desde ese momento a la fecha, el gobierno británico ha aprobado nuevos proyectos en el área de explotación de combustibles fósiles, sumándolos a los ya existentes.

El gobierno inglés, además, es parte del Acuerdo de París sobre cambio climático, en el cual se comprometió junto a las demás naciones mundiales a trabajar por no rebasar la temperatura máxima luego de la cual el cambio climático puede ser irreversible.

La hipocresía de los gobiernos y empresarios respecto al no cumplimiento de las políticas para frenar el cambio climático y preservar la vida en el planeta, es la razón por la cual organizaciones como Just Stop Oil asumen una actitud de “no pedir al gobierno educadamente”, considerando que solo logran llamar la atención pública a través de estos actos de “desobediencia social”.

Sin embargo, a pesar de su gravedad, ninguno de estos temas son el centro de las noticias a nivel internacional en los medios de comunicación.

El propio António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, ha declarado sobre las acciones de activistas por el clima:

Los activistas por el clima muchas veces son representados como radicales peligrosos, pero los verdaderos radicales peligrosos son los países que están aumentando la producción en combustibles fósiles. Invertir en infraestructura para combustibles fósiles es una locura económica y moral.

El cambio climático y las líneas rojas de temperatura que no debemos cruzar

La ciencia ha advertido durante años que para alcanzar la meta mundial proyectada para detener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius, no pueden seguir las explotaciones de combustibles fósiles, mucho menos ampliarse. Según el sitio de divulgación científica Hope, actualmente en el planeta ya existen alrededor de siete veces más petróleo, carbón y gas del que se podría quemar sin tener consecuencias debastadoras para el ambiente.

Johan Rockström, uno de los científicos más relevantes en el estudio y divulgación del cambio climático, ha advertido que 1,5 grados Celsius no es una meta cualquiera, ni un objetivo político, es un límite para la supervivencia. A partir del aumento de 1, 5 grados Celsius, las probabilidades de que un calentamiento acelerado e irreversible ocurra son muy altas.

Existen varios límites que los especialistas han identificado como puntos de inflexión a partir de los cuales podría producirse un calentamiento acelerado: una especie de línea roja que no debemos cruzar si queremos preservar la vida en el planeta. Estas líneas que una vez fueron advertidas, ahora son una realidad que amenaza de forma inminente, si es que no están siendo cruzadas ya, de hecho.

Existen 15 de estas líneas rojas o puntos de inflexión. Actualmente, nos encontramos cerca de rebasar al menos nueve de ellas:

Un ejemplo alarmante es que con un aumento de un 1,5 grados Celsius de la temperatura global podrían desaparecer el 70 % de los grandes arrecifes de coral del mundo. Estos organismos expuestos a altas temperaturas, mueren; lo que traería consecuencias nefastas al equilibrio de todos los demás ecosistemas, no solo el marino, por las importantes funciones que desempeñan estos seres en el mantenimiento del equilibrio de la vida en el planeta.

Con un aumento de 2 grados Celsius a la temperatura global, desaparecerían el 99% de los arrecifes de coral del mundo.

El Amazonas, por su parte, una de las mayores reservas de vida salvaje del planeta, considerado el “pulmón de la Tierra”, está también muy cerca de cruzar su línea roja antes de desaparecer por completo para convertirse en una sabana árida o semidesértica. Con las altas temperaturas y la falta de lluvias, se supone que en el Amazonas los incendios proliferarán incontrolablemente hasta secar el territorio.

El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), Fernando Valladares, ha afirmado además al respecto de estas líneas que no debemos cruzar:

“El permafrost, el suelo helado del Ártico, que contiene atrapado en el hielo más de cuatro veces el carbono que tenemos actualmente en toda la atmósfera, se está descongelando, liberando grandes cantidades de CO2 y Metano. Mientras más suba la temperatura, el efecto de haber sobrepasado este y otros puntos de inflexión sera más y más importante, y el calentamiento quedará fuera de nuestro control”.

¡Actuemos ya!

Los incendios y la deforestación, la contaminación del aire a niveles tóxicos, la significativa y acelerada subida del nivel del mar, son algunas de las consecuencias inminentes del cambio climático que pueden afectar a todo el planeta, por igual. Más allá del activismo radical o no, traer la conciencia ambiental a tu vida diaria con pequeñas acciones, desde el reciclaje o la difusión de información al respecto, pueden hacer la diferencia.

¡Actuemos ya!

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Ailén Rivero

Ailén Rivero

(Cuba, 1996). Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana (Cuba, 2019). Instructora de Yoga (Anand Kundalini, Argentina, 2020), especializada en yoga para embarazadas (Quinta Do Rajo, Portugal 2022). Con la iniciativa Proyecto Semilla promueve un estilo de vida saludable a partir de la filosofía yóguica.

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