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"Esta piedra" y otros sonetos

"Me la llevé colgada a donde quiera, / la protegí junto a la choza / de toda la floresta... / Ahora es ella misma quien tropieza / conmigo, se hace sombra / ¡y cae muerta!"

stones, sea, round
Imagen: Pixabay



 

ESTA PIEDRA

 



No sé desde dónde arrastro esta piedra

quizá desde la fecha, o la hora

de un ancla de aureola

choqué con ella .



No voy a tropezar jamás con ésta,

me dije al verla triste y loca,

te meteré por horma,

serás mi presa.  



Me la llevé colgada a donde quiera,

la protegí junto a la choza

de toda la floresta...



Ahora es ella misma quien tropieza 

conmigo, se hace sombra

¡y cae muerta!

(Abril 2021)



 

¡ ESTE RÍO!
 
 


Al río San Andrés —novillo gacho—

las lunas le bebió mi potro pinto,

cruzaba por la finca el Laberinto

como si fuera trovador borracho.
 
Esta ermita de agua donde agacho

mi espíritu a rezar, es mi recinto,

una jaula de sol de un astro extinto

que ilumina de nuevo mi penacho .
 
Aquí quedó la primavera encinta

de una rosa que debe ser distinta

a las tantas que ya parió Natura...
 
He logrado mi sueño: desde ahora

arriendo los balcones de la aurora

¡para oír cómo el río éste murmura!
 
(Abril 2021)
 


 

BOTIJA  DE ABUELO PANCHO
 
 

Abuelo Pancho fue de Gran Canaria

y en Cuba pensó hallar fácil erario 

que dejase escondido algún corsario 

desde oscura leyenda centenaria.

Aún de anciano iba en obsesión diaria 

abriendo hoyos en su entorno agrario 

persiguiendo un tesoro imaginario 

de una historia ya vuelta legendaria.

Abuelo nunca halló aquesta botija

que procurara con su mente fija

como el más anhelado de un tesoro.

Pero  obtuvo al final en la vejez 

un preciado tesoro, la honradez

brillantísimo y caro como el oro.

(Abril 2021)

 
 
MAHATMA GHANDI Y EL PROFESOR
 
 
Era Mahatma Gandhi en Inglaterra

con sus estudios por la abogacía

y un recio profesor que pretendía

minimizarlo siempre ras de tierra.
 
Era continua su aferrada guerra,

y toca a Gandhi al almorzar un día

del profesor la mesa donde había

ya estado el individuo, que lo cierra.
 
¿Dígame señor Gandhi usted no sabe

que donde un mirlo come nunca cabe

un cerdo mal oliente, de otro bando.
 
Y respondióle Gandhi bien sereno,

como quien goza de dominio pleno:

¡adiós mi profesor, me voy volando!
 
(Abril,  2021)          

 

ELSA BARONI BERRENECHE (1932-2021)

 

El viento que me llega desde el austro

trae el aviso que una voz ha muerto

y ya descansa en el hermoso huerto

con que la vida enjardinó su claustro.

Su cripta, hecha de oro y alabastro

la gloria inciensa su fecundo estro

es como si a la diestra del Maestro

un prodigio instalara nuevo astro.

Ahora, de pronto, en mi sonoro río

sobre un inmenso monte de masío

su bote azul celeste se me enjunca.

La viudez que entristece al Uruguay  

recorre el universo como un ¡ay!,

¡pero un poeta no fenece nunca!

(Marzo, 2021)





 

Francisco Henríquez

Poeta Francisco Henríquez, foto en revista Árbol Invertido.

Francisco Henríquez (Unión de Reyes, Matanzas, Cuba, 1928). Publicó, entre otros, los títulos: Voces íntimas (Miami, 1997), Meditaciones, adioses y otros poemas (Miami, 2005), Erotismo senil (Miami, 2010), Los güevos del Machu Picchu (Teatro malárico. Y otras presentaciones (Edición de Carta Lírica, Miami, 2010), Sonetos de la buena muerte y otros poemarios (2011). Es autor de la Antología de la décima cósmica de Matanzas y zonas aledañas (Frente de Afirmación Hispanista, México, 2001). En 2005 recibió el Premio Vasconcelos que otorga el Frente de Afirmación Hispanista por la obra de toda la vida. Residió en Miami, Estados Unidos, donde editó la revista literaria Carta Lírica, hasta su fallecimiento el 17 de enero de 2022.

Comentarios:


Marta (no verificado) | Sáb, 12/06/2021 - 00:00

Muy buenos sonetos, Francisco.

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