(Aldeadávila de la Ribera, Salamanca, 1885 – Río de Janeiro, 1940) Fue un periodista, diplomático, dramaturgo y narrador hispanocubano, considerado uno de los cuentistas más destacados de la primera generación republicana de Cuba. Tras su regreso a la isla en 1905 se integró en la prensa habanera —llegó a dirigir Diario de la Marina y La Discusión— y desarrolló una intensa carrera literaria y diplomática que lo llevó a consulados y embajadas en Europa y América. Como prosista, cultivó sobre todo el relato y la novela corta, con títulos fundamentales como Cuentos pasionales (1907), Los frutos ácidos (1915), Zoología pintoresca (1919), Los siete pecados (1920), Piedras preciosas (1927) y Manicomio (1931), así como novelas como Pelayo González (1909), Novela erótica (1909), El bebedor de lágrimas (1927), El ángel de Sodoma (1928) y La voluntad de Dios (1930). También incursionó en el teatro, el ensayo —con Mitología de Martí (1929)— y la poesía, con el libro Escala (1931). Tras su muerte se instituyó en su honor el Premio Hernández-Catá de narrativa breve, considerado uno de los galardones internacionales de cuento más importantes de su época.
Alfonso Hernández-Catá
Cultura, Narrativa | 27/11/2025 - 10:15
Brillante cuento de terror psicológico, heredero de Poe y Maupassant, escrito por uno de los mejores y menos conocidos autores cubanos del siglo XX.