Chris Burden (1946-2015) se consolidó como figura clave del arte contemporáneo estadounidense, transitando desde el performance extremo hasta la escultura.
Chris Burden (1946-2015) se consolidó como una figura clave en el arte contemporáneo estadounidense, transitando desde performances extremas hasta esculturas monumentales. Su obra constituye una reflexión radical sobre la naturaleza del sufrimiento, la función del arte y la relación ética entre artista y espectador. En sus primeras acciones performáticas —como Shoot (1971), Trans-Fixed (1974) y Doomed (1975)— Burden utilizó su propio cuerpo como soporte artístico, sometiéndolo a situaciones límite que cuestionaban la pasividad del público y la desensibilización social ante la violencia, en un contexto marcado por la guerra de Vietnam y la saturación mediática. Estas intervenciones, inscritas en el marco del arte conceptual y el body art , desafiaron la noción tradicional del arte como objeto estético, proponiendo la experiencia como núcleo expresivo. Posteriormente, Burden evolucionó hacia instalaciones y esculturas cinéticas de gran escala, como La aplanadora voladora (1996) y Metropolis II (2011), donde exploró la relación entre tecnología, poder y caos urbano, manteniendo su carácter crítico y provocador. El legado de Burden reside en su capacidad para incomodar y generar debate, ampliando los límites del arte y la experiencia humana. Su obra invita a reconsiderar la ética del espectador, la vulnerabilidad del cuerpo y el papel del arte como catalizador de reflexión social.