Desde la primera participación de Gladys López en 1952, las cubanas en Miss Universo han formado parte de la historia del certamen. Este vídeo no es solo una recopilación de imágenes, sino un homenaje a esas mujeres y a las historias que existen detrás de coronas y escenarios.
Las fotografías que acompañan a cada representante revelan distintas maneras de entender la feminidad, la cultura y la imagen pública del país. Son más que estampas de un concurso, conforman una memoria visual que acompaña la transformación de Cuba, desde los años de modernidad previa a 1959 hasta el abrupto silencio posterior y el retorno impulsado desde el exilio.
La Cuba cosmopolita de los años 50
En la década de 1950, Cuba vivía uno de sus momentos de mayor proyección internacional. En ese contexto, los certámenes de belleza adquirieron un valor simbólico particular. Miss Cuba no solo elegía a una reina: seleccionaba a la mujer que representaría al país en Miss Universo, un escaparate global donde la isla buscaba reafirmar su identidad y su sofisticación como país moderno. Las candidatas llegaban al certamen respaldadas por una sociedad que veía en ellas belleza y, al mismo tiempo, una forma de mostrar al mundo el talento, el estilo y la vitalidad de aquella época.
Recuento de las primeras cubanas en Miss Universo (1952–1960)
| Año / Miss Cuba | Notas relevantes |
|---|---|
| 1952 – Gladys López | Representante de Cuba en la edición inaugural de Miss Universo. |
| 1954 – Isis Margarita Finlay | Descendiente directa del científico Carlos J. Finlay. No avanzó a semifinales. Según la leyenda, fue retratada por Salvador Dalí durante su paso por Nueva York. |
| 1955 – Gilda Marín | Participó en la quinta edición del concurso en Long Beach. No clasificó, pero su porte natural y su sonrisa fueron muy comentados por la prensa estadounidense. |
| 1956 – Marcia Rodríguez | Primera cubana en llegar a las semifinales (Top 15). |
| 1957 – María Rosa Gamio | Obtuvo el cuarto lugar (tercera finalista): el mejor resultado histórico de Cuba hasta la fecha. |
| 1958 – Arminia Pérez | Representó a Cuba en Miss Universo 1958. Su popularidad en la televisión nacional la mantuvo en el recuerdo del público. |
| 1959 – Irma Buesa | Representante cubana en 1959, hija del poeta José Ángel Buesa. |
| 1960 – Flora Lauten | Última representante oficial de Cuba elegida en la isla. Tras el certamen se convirtió en una reconocida actriz y directora teatral. |
La Revolución y la ruptura: el silencio de décadas
Tras 1959, la Revolución cubana transformó de raíz la vida pública del país. Las actividades consideradas frívolas, elitistas o vinculadas al entretenimiento capitalista quedaron relegadas o directamente eliminadas. Los concursos de belleza, junto con buena parte de la industria del espectáculo, dejaron de encajar en la nueva moral oficial y desaparecieron del panorama nacional.
Sin embargo, la banda de “Cuba” no desapareció inmediatamente de Miss Universo. La comunidad cubana asentada en Miami organizó concursos propios —especialmente el certamen “Miss Cuba Libre”— que permitieron enviar candidatas entre 1961 y 1967. Durante esos años, la representación en el certamen fue estrictamente extraterritorial, sostenida por el exilio y no por instituciones radicadas en la isla.
Participantes cubanas en Miss Universo desde el exilio (1961–1967)
| Año / Miss Cuba | Notas relevantes |
|---|---|
| 1961 – Marta García Vieta | Primera representante cubana enviada desde el exilio tras el fin de los certámenes en la isla. |
| 1962 – Aurora Prieto | Representó a Cuba en Miami Beach 1962. No clasificó, aunque fue elogiada por su serenidad y acento cubano inconfundible. |
| 1963 – Alicia Margit Chía | Habanera de ascendencia china, no avanzó a semifinales. Su rasgo oriental llamó la atención de la prensa como muestra de la diversidad cubana. |
| 1965 – Alina de Varona | Nacida en Nueva York en familia cubana exiliada, fue aclamada por la comunidad cubanoamericana como la "Miss del reencuentro". |
| 1966 – Lesbia Murrieta | No avanzó de ronda, aunque destacó por su dicción perfecta en inglés, idioma que dominaba tras emigrar desde niña. |
| 1967 – Elina Salabarría | Nacida en Santiago de Cuba, fue la ultima mujer en competir con la banda de “Cuba” hasta el regreso más de medio siglo después. |
Marianela Ancheta (2024) y Lina Luaces (2025)
Después de 57 años sin presencia oficial, Cuba volvió a Miss Universo en 2024 mediante una franquicia operada desde el exterior. La representación no se organiza dentro de la isla —donde los concursos de belleza continúan fuera del marco institucional— sino a través de la diáspora, que ha impulsado este retorno al escenario internacional.
Marianela Ancheta, modelo cubana radicada en Estados Unidos, fue coronada como Miss Universo Cuba 2024. Con trayectoria en pasarelas y experiencia en concursos, compitió con solvencia en el certamen internacional y su desempeño le permitió situarse en el top 30.
La continuidad llegó con Lina Luaces, nacida en Miami en 2002, hija de la presentadora Lili Estefan y el empresario Lorenzo Luaces. Con formación en comunicación y una presencia mediática sólida, asumió el título de Miss Cuba 2025 para competir en el certamen de Tailandia, donde logró avanzar hasta el top 20.
Anécdotas e historias humanas detrás del glamour
Lo que hace único este vídeo es su capacidad para rescatar tanto el glamour como los relatos que se ocultan detrás de las coronas: son mujeres que atravesaron procesos de sacrificio, superación y, en muchos casos, exilio.
Basta mirar algunas trayectorias para entenderlo. Isis Margarita Finlay (1954), descendiente directa del científico Carlos J. Finlay, emigró a Estados Unidos y vivió parte de su vida marcada por esa transición. En el caso de María Rosa Gamio (1957), políglota y estudiante de Filosofía, fue admirada no solo por su atractivo, sino por su inteligencia y seguridad en escena. Irma Buesa (1959), hija del poeta José Ángel Buesa, personificó la unión entre arte y elegancia en 1959, justo antes de que la Revolución cambiara para siempre el rumbo del país.
Las dos representantes más recientes también han aportado mensajes poderosos desde la pasarela. Marianela Ancheta (2024) desfiló con un traje inspirado en los orishas —las deidades de origen yoruba presentes en la espiritualidad cubana— y en la figura de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba y símbolo de protección y devoción popular.
Lina Luaces (2025) llevó un traje que combinaba fichas de dominó y remos, una imagen que aludía tanto a las protestas ciudadanas del 11 de julio de 2021 —una de las mayores movilizaciones en décadas dentro de la isla— como al drama de la emigración cubana por mar: una lectura contemporánea de lo que significa representar a un país marcado por la búsqueda de libertad.
Además de una valiosa recopilación visual, este material se convierte en un testimonio audiovisual de la historia de Cuba, atravesada por momentos de esplendor, interrupción y resurgimiento. El regreso de cubanas a Miss Universo no es solo un acto de participación en un certamen de belleza; es un gesto político, cultural y humano que tiene un profundo significado para la diáspora cubana y para quienes han visto en la belleza un reflejo de la nación misma.