Mientras aún vivía en Cuba tuve la increíble suerte de encontrar un pequeño paraíso ecológico en Pinar del Río: Ramaviva. Me divertí, me relajé, conocí personas maravillosas y aprendí mucho, sobre permacultura y, sobre todo, aprendí sobre la convivencia armoniosa y productiva.
Ahora vuelvo a conversar con Abelito, el impulsor del proyecto, historiador de profesión, jardinero de oficio y permacultor por elección. En esta pequeña entrevista online que les comparto ilustramos qué es la permacultura desde la experiencia de un cubano que la ha acogido como filosofía de vida:
¿Puedes resumir brevemente qué es Ramaviva, cómo surge y por qué?
"Ramaviva es un espacio que busca convertirse en un proyecto de desarrollo local, con una base cultura–pedagógica para los campesinos de todas las comunidades adyacentes, y basado en los principios de convivencia de las eco-aldeas. También aspira a ser un centro de capacitación en permacultura holística y en ecología profunda. También podrá ser un espacio para el retiro espiritual.
"Ahora mismo es un espacio donde se están haciendo muchas actividades, pero todavía no funciona como pretendemos, de manera oficial.
"En 2017 tuve la oportunidad de comprar el bohío y el espacio en la comunidad de Las Catalinas, en Pinar del Río. Como permacultores, decidimos hacer, en principio, un sistema demostrativo de permacultura, que ahora ha crecido y es un proyecto más ambicioso.
"A partir de una conexión profunda con la naturaleza, es importante para nosotros demostrar que existen otras formas de vivir posibles..."
"A partir de una conexión profunda con la naturaleza, es importante para nosotros demostrar que existen otras formas de vivir posibles, sin estar en los patrones que generalmente se perciben hoy como ´desarrollo´ y que están destruyendo los ecosistemas.
"Por nuestro amor a la permacultura, decidimos dar el gran paso de salir de la ciudad y convertirnos en permacultores rurales, en una zona rural, para demostrar que es posible vivir de otra forma.
"Es importante para mí Ramaviva porque entramos en una comunión divina con la naturaleza en ese proceso, y es cuando estamos más conectados con la naturaleza de verdad porque lo estamos viviendo. Es muy lindo, porque cualquier idea que uno piensa ´romántica´ sobre vivir en el campo, incluso de manera ecológica, a veces parece una ilusión. Vivir en el campo, entrar en equilibrio con el campo, eso no se aprende en ningún PDF ni se baja de Internet, es algo que hay que vivir, que experimentar. Una cosa es la permacultura en teoría, que vivir en un sistema de permacultura en el campo, con todos sus pro y contras….".
¿Qué es la permacultura y qué ha significado en tu vida?
"La permacultura tiene muchas definiciones, pero la más importante y la que más se domina en Cuba, como la enseña la asociación Antonio Núñez Jiménez donde nos formamos como permacultores, es que es una herramienta de diseño para diseñar asentamientos humanos de manera sostenible, o sustentable, en toda su dimensión ecológica. Puede ser desde el diseño de un balcón, hasta una granja o una provincia, un país, un continente...Yendo de lo micro a lo macro.
"La permacultura nos enseña a dibujar los patrones de la naturaleza, a no agotar los recursos. Nos enseña en vez de dominar la naturaleza fluir con ella, así como lo enseña un principio taoísta que tiene la permacultura transmitida a través de su inciador el japonés Fukuoka...
"Es un filosofía de vida para entrar en comunión divina con la naturaleza sin destsruir la biosfera. Al utilizar los patrones de la naturaleza todo se recicla, todo se reutiliza y no hay contaminación en el proceso.
"La permacultura en mi vida ha significado tanto que decidí, en vez de irme a otro país o hacer otra cosa, hacer un proyecto para enseñar permacultura en Cuba, para que sea el espacio para hacer cursos, talleres de bioconstrucción, etc.
"Tanto el yoga como la permacultura son mis grandes tesoros que me hacen fluir por la vida intentando dar lo mejor de mí, intentando dar lo mejor al planeta, a todas sus criaturas, a todos los seres. Para mí la permacultura es un viaje espiritual que me hace crecer como persona y me conecta de una manera diferente, profunda, armoniosa, con la naturaleza. Es algo muy importante, de mucho valor, a lo que le he puesto mi vida. No puedo decir otra cosa que es algo increíble y mágico que ha llegado a mi vida".
¿Por que elegiste dedicarte a la permacultura en vez de seguir tu carrera como historiador?
"Primero yo dejé el mundo de ser profesor porque realmente la Universidad de La Habana pagaba muy poco a los profesores. Esa era la base, lo económico. Pero, sobre todo, yo siempre he sido una persona muy activa y cuando pensé en dedicar mi vida a estar entre papeles, frente a una computadora, haciendo investigaciones, leer, de biblioteca en biblioteca… Me di cuenta que no, que me gustaba mucho la Historia pero dedicarme eternamente a estudiar o a la enseñanza en el contexto cubano no me cuadraba. Para hacer un investigación por Cuba, por ejemplo, llevaba muchos recursos, era bastante difícil. Me fui desencantando del oficio de historiador y me di cuenta que no era lo mío.
"Yo era una persona muy activa, de escalar, de ir a hacer espeleología, etc. Y me di cuenta que necesitaba algo más energético, algo que en el Ayuverda se dice ´Pita´: más de acción, de acción en el campo, no de estar en una biblioteca escribiendo horas y horas… Como fue mi tesis: horas y horas escribiendo en una investigación frente a la computadora... Me di cuenta que eso no era lo mío.
"...la permacultura es de estar presente y hacer, y después vivir rodeado de ese ´hacer´ y darle continuidad"
"Por mi amor a la naturaleza me fue muy fácil escoger la permacultura. La permacultura es pura acción, por supuesto también lleva estudio, investigación, desde el principio de ´observar e interactuar´. Pero la permacultura es de estar presente y hacer, y después vivir rodeado de ese ´hacer´ y darle continuidad".
¿Cuáles son los principales retos para un proyecto así en Cuba?
"Yo pensé en un momento que un reto sería que al estar tan apartado en la montaña iba a ser difícil que la gente nos visitara, pero no. El reto de que la gente llegara a Ramaviva, o que los campesinos llegaran a Ramaviva, no ha sido un problema.
"La gente de las comunidades alrededor ha aceptado muy bien todas las cosas que ha ofrecido Ramaviva, todos los proyectos culturales y pedagógicos, sobre todo para los niños. Ha venido gente de Matanzas, Camaguey, Santiago de Cuba, de todos lados, cuando hemos hecho talleres y cursos.
"Otros retos como la convivencia o la sostenibilidad tampoco han representado problemas.
"Tenemos un reto grande que es el transporte, aspiramos a algún día tener un transporte para poder trasladarnos desde La Habana, pero pero por ahora es algo impensable. A veces pasamos mucho trabajo para llevar las cosas hasta Ramaviva o para sacar producciones de comida, por ejemplo. Fue un reto durante la pandemia que cerraron Pinar del Río y desde La Habana no podíamos ir.
"Otros retos son las cosas que necesitamos para el proyecto que no aparecen: clavos para construir por ejemplo. O que no aparece el que necesitas, o que es muy caro".
Háblame sobre los proyectos en Ramaviva, del trabajo que hacen con la comunidad. ¿Cuáles son sus planes a largo plazo?
"Hemos hecho muchas actividades para los niños: títeres, clases de inglés, clases de karate, juegos variados, donamos juguetes, ropa, etc. Hacemos muchas actividades pedagógicas como enseñarles arte, enseñarles a dibujar, clases de cultura general, etc. Hemos dado clases de yoga a las campesinas, bailoterapia, danza del vientre…
"Un reto es que los hombres de la comunidad, los campesinos, se integren más al proyecto. Porque son más las mujeres y niños que van a Ramaviva.
"También dimos un taller de tres semanas sobre cultivos de ciclo corto, cómo hacer asociaciones de cultivos en los huertos, etc.
"Otra cosa que hacemos es recoger donaciones en La Habana para llevar a la comunidad. Damos charlas en las escuelas sobre educación formal, sobre el cuidado de la naturaleza. Enseñamos sobre la relación de la comida y la salud a partir de la sabiduría ayurvédica, cómo trabajar el bambú, y más...
"A largo plazo queremos enseñar a los campesinos en Ramaviva a hacer cosas artesanales como jabones ecológicos, pasta de diente, detergente ecológico. Hacer cine-debate, teatro, humor… rescatar el guateque guajiro, ya que en la comunidad hay campesinos que son repentistas y no tienen el espacio.
"La idea es que las personas de la comunidad se fusionen con el proyecto, aprendan y formen parte de él".