El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, publicó a inicios de julio un hilo en su cuenta de Twitter criticando al embargo estadounidense, donde afirmó que "a pesar del enfoque mendaz de muchos voceros del Gobierno de EEUU, los medicamentos sufren las mismas prohibiciones impuestas por el bloqueo al resto de las mercancías".
Rodríguez Parrilla también dijo que “no existe excepción o posibilidad alguna para que Cuba importe medicinas y productos o equipos médicos desde EEUU”.
No obstante, reconoció que hay “una prerrogativa ejecutiva para otorgar licencias, generales o específicas”, aunque consideró que no es suficiente, lo cual “quedó demostrado en pleno pico de la Covid-19, durante avería en la producción de oxígeno medicinal en Cuba”, pues dijo que “los intentos de importarlo desde EEUU fueron estériles, al necesitarse una licencia específica, que requiere la aprobación de 5 agencias federales de EEUU, como mínimo”.
Ante las afirmaciones del canciller cubano, la Embajada de Estados Unidos en La Habana no tardó en contestar en otro hilo de Twitter, donde aseguró que “sí se pueden importar medicamentos a Cuba desde EEUU”, ya que “el embargo o estadounidense a Cuba permite las exportaciones de productos médicos estadounidenses, así como de otros artículos de apoyo a la ciudadanía cubana”.
Además, la sede diplomacia estadounidense en Cuba agregó que “la licencia del Departamento de Comercio es fácil de obtener” y recordó que “desde principios de año Estados Unidos aprobó casi 900 millones de dólares en exportaciones médicas a Cuba y el año pasado más de 800 millones de dólares, doblando la cifra del 2021”.
Por último, la sede diplomática de Washington en La Habana dijo en el tuit que en el sitio web del Departamento de Estado de EEUU se puede encontrar la explicación relacionada con las excepciones al embargo para el envío de alimentos, medicamentos y ayuda humanitaria.
La propaganda del régimen cubano para ocultar las elevadas cifras de comercio entre la Isla y Estados Unidos continuó con otro tuit, esta vez de Miguel Díaz-Canel, quien afirmó que el Gobierno estadounidense “con su política de bloqueo negó y obstaculizó la adquisición de oxígeno para el pueblo de Cuba, en medio del peor momento pandémico”.
Los datos
Pese a las afirmaciones del Gobierno cubano, que utiliza el embargo económico estadounidense como justificación para la mayor parte de los problemas del país, un reciente informe publicado por el Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU indica que el intercambio comercial entre ambos países ha sido ininterrumpido en los últimos 20 años.
Una de los datos que demuestran que el régimen cubano adquiere con frecuencia medicamentos producidos en EEUU es que, desde 2003, amparados por la Ley de la Democracia en Cuba, aprobada en 1992, todos los años han realizado importaciones de equipos, insumos, instrumental médico y medicamentos.
En este período, las compras de productos médicos a EEUU y las donaciones humanitarias suman más de 100 millones de dólares, según el citado informe. Tan solo en 2022 el Gobierno cubano importó productos sanitarios por valor de 9 millones de dólares.
Además, en el caso de los insumos médicos, las autoridades estadounidenses no solicitan el pago en efectivo por adelantado, como ocurre en el caso de los alimentos, aunque sí exigen la verificación del destino final de los productos.
Otra evidencia del aumento del volumen comercial entre ambos países es la referida a compras de alimentos y productos agrícolas, pues entre diciembre de 2021 y abril de 2023 superan los 7.000 millones de dólares, de acuerdo con los datos del Departamento de Agricultura de EEUU.
Otro apunte que evitó mencionar el canciller cubano es el de las donaciones humanitarias, pues, desde su inicio en 2014, bajo la administración de Barack Obama, se han mantenido inalterables hasta la actualidad, por un equivalente de 88 millones de dólares en todo el período.
Estas exportaciones son amparadas por la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones, aprobada en el año 2000 bajo la administración de George W. Bush, a la cual La Habana recurre todos los años desde entonces.