Durante la tarde noche de este sábado 6 de mayo, cientos de habitantes del municipio más “vigilado” del país se lanzaron a las calles pidiendo “Libertad” a gritos. Un par de horas después, el régimen cortó las telecomunicaciones para evitar la repercusión mediática de las protestas en Guantánamo, meta que finalmente no pudo concretarse, al igual que sucedió el 11 de julio de 2021, una buena cantidad de fotos y videos inundan, sobre todo, Facebook y Twitter.
Debido a la cercanía con la Base Naval gestionada por el gobierno de los Estados Unidos, el municipio Caimanera suele vivir una militarización constante, mucho más aguda que en el resto del país, lo cual ya es mucho decir. Varias son las imágenes que muestran la violencia policial en toda su magnitud. Esta circunstancia es, precisamente, lo que el régimen busca ocultar cuando despliega su cerco informativo, destinado a encubrir todas las violaciones de derechos humanos que suelen cometer las “fuerzas del orden” en Cuba.
Según la información que llega desde la Isla, algunos de los manifestantes se atrevieron, incluso, a subir las escaleras de la sede local del Partido Comunista de Cuba (PCC) para reiterar sus gritos de protesta ante la representación arquitectónica de la decadencia, la inmovilidad y la represión que carcomen al país.
El primer semestre de 2023 ha significado un regreso de los apagones, que durante las últimas semanas se han extendido casi doce horas al día en varias provincias; ha empeorado todavía más la precariedad del transporte público y el abastecimiento de combustible, hecho que ha motivado interminables colas y conflictos en las calles cubanas; y, como guinda al pastel, el Gobierno cubano ha anunciado un nuevo racionamiento durante mayo con respecto al pollo, al que sólo tendrán acceso los menores de 13 años y las personas enfermas.
Las consecuencias
Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), alertó:
"Nos llegan reportes de que se ha cortado el acceso a Internet en el lugar de las protestas y en otras partes del país. Esto, alarmantemente, sabemos que es el preludio de la tormenta represiva que ejerce Miguel Díaz-Canel y sus fuerzas violentas para castigar al pueblo cubano".
La mayoría de los internautas afines al régimen expresaron de todas las maneras posibles su apoyo incondicional a las medidas físicas y virtuales aplicadas durante las manifestaciones. La "mano dura" hacia los "marginales borrachos" y la aprobación unánime de los cortes de Internet fueron algunos de los argumentos más populares entre los visitantes de Cubadebate, por ejemplo.
Debido a que el régimen suspendió las telecomunicaciones desde bien temprano, Árbol Invertido no pudo establecer contacto con fuentes en la Isla. Aun así, no fue difícil predecir la reacción de los medios oficialistas, acostumbrados a justificar o, en el mejor de los casos, desdeñar cualquier acontecimiento que ponga en duda la bondad de la doctrina castrista.
Las reacciones pro-gubernamentales, ya sinceras o simplemente frutos de una tarea de choque orientada desde más arriba, no se hicieron esperar. Más allá de la esperada reacción de los medios de comunicación estatales, varios perfiles de redes sociales se hicieron eco del mensaje justificativo lanzado desde los diarios oficialistas.
Igualmente, es también muy probable que se desarrollen juicios como los que tuvieron lugar a raíz de las protestas del 11 de julio, los cuales dejaron como saldo más de mil presos políticos en la Isla, algunos condenados a 25 años de cárcel.
En 2022, se registraron cerca de 170 protestas en localidades del interior del país, debidas en su mayoría a los apagones y al desabastecimiento crónicos. En algunos lugares, como en el caso de Nuevitas, Camagüey, se extendieron por varias noches y fueron sofocadas por las fuerzas represivas del régimen. De la misma forma, muchos de los participantes en esos acontecimientos han sufrido las consecuencias “legales” de enfrentar al poder omnímodo de la Revolución Cubana.