Muchos consideran, no sin razón, que las protestas populares que tuvieron lugar el pasado 11 de julio en Cuba, y los subsiguientes actos represivos por parte de las autoridades, marcaron un hito en nuestra historia reciente. Por primera vez la gente a lo largo de toda la isla se desprendió del terror sembrado en sus vidas durante tantos años por el totalitarismo y salió a las calles gritando sus ansias de libertad y prosperidad para Cuba. En seis décadas de dictadura —y hay quien dice que en toda nuestra historia— nunca había sucedido nada de semejante magnitud y espontaneidad. De ahí que algunos hayan querido simbolizar la importancia del hecho con una bandera que identifique esta lucha del mismo modo que lo hizo la bandera del Movimiento 26 de Julio con la suya en su momento. Varias propuestas han sido publicadas y compartidas en redes sociales, y así circulan, de pantalla en pantalla, con la esperanza de calar en el imaginario de la gente y trascender el espacio virtual.
A continuación, les mostraremos algunas:
Bandera de El B: cielo y paz
La primera, creada por el rapero conocido como el B de Los Aldeanos, parte del diseño de la del 26 de julio para subvertir su significado, en este caso sustituyendo los colores rojo y negro de sus dos franjas horizontales idénticas por sus opuestos azul y blanco. De esta forma el rapero quiere destacar la voluntad pacífica de las protestas del 11 de julio de 2021 en contraste con el carácter violento de los hechos que dieron origen a la anterior (asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba y lucha armada). El M-26-7 (Movimiento 26 de julio) escrito en blanco en el referente es reemplazado por la indicación C-11-7 (Cuba 11 de julio) en color negro, representando el dolor por la injusticia, la represión y la violencia sufridas.
La dos siguientes banderas, son de autores aún no identificados, y también se hicieron como contrapartes de la llamada “bandera del 26”.
El despertar
La segunda, sustituye el rojo de la sangre por el verde de la naturaleza cubana, y el negro de la muerte por el azul del mar que rodea a la isla en el Caribe.
Su interés naturalista, tal vez impremeditado, hace de ella una propuesta fresca y original. La línea blanca que separa las dos franjas contrastantes simboliza el nuevo despertar del pueblo cubano. Y sobre esta línea se superpone la fecha: 11 7 21.
Sangre invertida y rejas
La tercera, también de autor desconocido, se limita invertir los colores de la del 26 del Julio: esta tiene el negro arriba y el rojo abajo. En la inscripción 11J, alusiva a la fecha de la protesta popular, el número se ha convertido en dos barras que la atraviesan de arriba abajo, aludiendo al encarcelamiento de los manifestantes.
Sin "cardo ni oruga..."
Una cuarta bandera resulta la más elaborada. Creada por el diseñador cubano Miguel Monkc, se desentiende de toda referencia al pasado fidelista. Sus colores verde y negro representan el renacer de la vida y la esperanza y, por supuesto, el dolor y la pena que lo atraviesan.
El diseño está dividido en tres triángulos que hablan del carácter nacional de la manifestación, pues las tres regiones de Cuba (Oriente, Centro y Occidente) tuvieron la misma importancia y participación. Esta figura además evoca el diseño de la bandera nacional donde sin duda el triángulo es un elemento que destaca.
Por último, sobre el color negro, la Rosa Blanca es su elemento más singularizante. Al verla, no hay cubano que no recuerde aquello de “Cultivo una rosa blanca…”, el famoso poema de Martí sobre el amor fraternal. Algunos, más avezados, identificarán también en ella el diseño de la rosa de Rostgaard en su famoso cartel de la Canción Protesta, un clásico del diseño gráfico cubano y una obra de profundo contenido ético y social.
Posiblemente haya otras. Recuerdo haber visto también alguna inspirada en la bandera de Céspedes.
Pero, más allá de la mayor o menor adecuación estética y representativa de cada una de ellas, la creación de estas banderas por profesionales o amateurs manifiesta el deseo latente de muchos cubanos por emanciparse de los símbolos agonizantes del pasado y empezar a crear referentes nuevos, vivos, propios…