Un niño se queja de que le robaron su merienda. En la situación precaria de la isla, se trataría apenas de un pedazo de pan con algo. Pero, es su merienda.
A través de su relación con algunos de sus familiares y amigos, el autor nos acerca a su amplio universo literario, ético, cinematográfico y culinario.
A través de escenas episódicas que conforman un muestrario del racismo imperante a ambos lados del Atlántico, tanto en Cuba como en Europa, el cronista nos acerca a su rutina laboral, lúdica y familiar.