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Obituarios | Murió Cosme Proenza, un artista autóctono y universal

Un merecido Premio Nacional de Arte Plásticas que nunca llegó en vida: Cosme Proenza nunca renunció a su Holguín y desde allí esparció su arte al mundo.

Cosme Proenza
Cosme Proenza. | Imagen: Árbol Invertido

Cualquier obituario sobre la muerte reciente de Cosme Proenza Almaguer (Holguín, 1948-2022) pecará de la misma omisión que en vida faltó al reconocimiento de tamaño artista. Uno puede enumerar sus destrezas: pintor, dibujante, grabador, ilustrador y muralista, pero no las dimensiones de un arte que, siendo hijo de su tiempo, puso un pie en todas las épocas gloriosas de la expresión visual.

De la serie Boscomanía, óleo sobre tela: anciano medieval.
De la serie "Boscomanía" (óleo sobre tela). | Imagen: Página de Facebook de Cosme Proenza

Hasta parece injusto su fallecimiento en una sala del Hospital Provincial Vladimir Ilich Lenin, donde llegó con síntomas de Covid-19 y donde las complicaciones de sus 74 años de edad no le permitieron salir. Con todo, el natural de Tacajó, municipio de Báguanos, luchó durante días contra la terrible enfermedad, como atestiguó en Facebook su hija, Sandra Proenza.

Cosme Proenza: "Ser, desde Holguín, reconocido, visto, vale más que cualquier otra cosa; eso no se compra bajo ningún precio ni circunstancia"

Para amigos como el poeta y narrador coterráneo Ghabriel Pérez, para quien Cosme ilustró un primer libro de cuentos, será "imposible quitar de la memoria las primeras tazas de té y los cigarrillos a modo de fiesta literaria, rodeados de paisajes medievales nacidos de una mano prodigiosa en la Loma de la Cruz".

Y es que Cosme envolvía, como las veladuras mágicas de sus cuadros, a quienes lo rodeaban. Su vasta cultura le hacía hablar de cualquier tema, escribir versos al estilo de Isidore Duncan, escuchar a Mozart o leer a Ortega y Gasset.

Serie Boscomanía: castillo medieval rodeado de criaturas mágicas en un mundo surrealista.
Cuadros de Cosme Proenza: de la serie "Boscomanía"(óleo sobre tela). | Imagen: Página de Facebook de Cosme Proenza

Con esas miras de amplitud se tituló primero en la Escuela Nacional de Arte de La Habana y, más tarde, hizo una Maestría en el Instituto de Bellas Artes de Kiev, en Ucrania. Trashumancia que siempre lo devolvió a su Holguín querido, donde erigió una sólida carrera convirtiéndose en uno de los principales pintores cubanos de todos los tiempos. La muerte lo sorprendió cerrando un círculo sobre su permanencia en la "Ciudad de los parques".

"Tu casa es un lugar donde habitas, tu predio, tu patria; donde mandas o eres mandado (...) Me siento muy seguro de lo que he hecho, aunque la gente no siempre conozca el interior. Ser, desde Holguín, reconocido, visto, vale más que cualquier otra cosa; eso no se compra bajo ningún precio ni circunstancia", dijo en una entrevista años atrás.

"La belleza de las ideas de las obras de arte, sean cual fueren, el soporte que sea, la locura más aparente: permanece..."

Para este artista universal, a pesar de las condiciones adversas de trabajar en Cuba, no fue imposible ejercer su misión creadora. Dueño de una mitología, y hasta de una anatomía personal, el holguinero tradujo sobre cuanta superficie tuvo a mano las visiones de Da Vinci, Goya, Brueghel ´el Viejo´, El Bosco o Matisse; al tiempo que ofrendó a los cubanos su genio propio, autóctono y sensual como solo podría esperarse en un nacido del Caribe.

En aquella entrevista, donde rechazó los calificativos de "alegórico" y "posmedieval", dijo también:

La belleza de las ideas de las obras de arte, sean cual fueren, el soporte que sea, la locura más aparente: permanece. El hombre es un productor de arte por los siglos de los siglos. No importa cuál sea el medio, el soporte. Todos los soportes son válidos; creo que Da Vinci hubiera hecho hoy día videoarte. Creo saber cómo ir al público, y como llevar determinada idea o lenguaje hasta un grado de comprensión.

Premio Nacional de Artes Plásticas para Cosme Proenza

Lo de Cosme fue más bien un divertimento, cuyas alturas a veces suelen nublar a la escasa crítica de su tiempo. Un divertimento en el orden sagrado en el que Bach variaba las melodías de otros o en el sentido en el que la modernidad reescribió los códigos de la grandeza subyacente.

Estaciones, Manipulaciones, Boscomanías, Mujer con sombrero, Variaciones sobre temas de Matisse, hasta llegar a esa cúspide que fue Los dioses escuchan, son algunas de esas series de divertimentos —título también de otra serie— que lo consagraron en vida y por los que seguiremos durante mucho tiempo hablando de él.

El investigador que aspire al catálogo de su obra tendrá que desandar las salas de los museos Nacional de Bellas Artes, en La Habana; Nacional de Bellas Artes, en Krasnodar (Rusia); del Instituto Superior de Bellas Artes, en Kiev (Ucrania); de El Vaticano, en Roma; así como en colecciones privadas en Polonia, Ucrania, México, Rusia, Checoslovaquia, Laos, Viet Nam, Italia, Venezuela, Perú, Bolivia, Nicaragua, Georgia, Costa Rica, Estados Unidos Austria, Francia, Panamá, Alemania, Puerto Rico y España.

Muchos premios avalaron su trabajo, como la Distinción por la Cultura Nacional en 1998 o la Medalla Alejo Carpentier en 2002; pero se fue sin que a las autoridades de Cultura del Régimen cubano se les ocurriera otorgarle el Premio Nacional de Artes Plásticas, el cual merecía como nadie.

Serie Boscomanía, "El viaje": un barco navega por un mar lleno de criaturas surrealistas.
De la serie "Boscomanía": ´El viaje´ (óleo sobre lienzo). | Imagen: Página de Facebook de Cosme Proenza

Al respecto, en Facebook, el crítico Maikel José Rodríguez Calviño emplazó al Consejo Nacional De Las Artes Plásticas para "entregárselo post mortem, de forma honorífica, sin el importe monetario correspondiente". Y agregó:

"Los editores de la colección Espiral, concebida por el sello Artecubano Ediciones para celebrar la obra de reconocidos artistas cubanos contemporáneos, debieran valorar cuanto antes la concepción y publicación de un volumen dedicado a la poética del maestro Cosme. Es lo menos que podemos hacer ante el fallecimiento de un artista tan querido y admirado, tan cubano y capital para nuestra cultura".

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