El gobierno cubano confirmó a inicios de diciembre de 2025, la muerte de 33 personas en la isla por enfermedades transmitidas por mosquitos —dengue y chikungunya— en lo que describe como una "epidemia nacional". La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña, explicó que de los fallecidos reconocidos oficialmente, 21 son menores de 18 años.
Sin embargo el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) documenta en su informe de noviembre una cifra muy superior: al menos 87 muertos entre los meses de octubre y noviembre.
Cifras oficiales contra informes independientes
La cifra oficial de cubanos contagiados con dengue y chikungunya que ofreció el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) es de 43.911 hasta el 29 de noviembre de 2025. Otro dato que también palidece ante los más de tres millones de infectados que reporta el OCC, "con una simple búsqueda diaria en las redes sociales".
La funcionaria del MINSAP aseguró que Cuba mantiene un control epidemiológico sobre estas enfermedades, pero además de los informes independientes referidos, los testimonios del pueblo cubano contradicen esta versión. En estas denuncias ciudadanas se basó el OCC para confirmar los 87 fallecimientos que aparecen registrados en su informe con nombres, edades y lugares de residencia; y declara:
Aunque el auge de estos males ocurre todos los veranos, en 2025 se conjugaron una copiosa temporada de lluvias, largos apagones diarios, un sistema de salud caracterizado por las carencias de todo tipo ─incluso de médicos─ incontables vertederos de basura sin recoger a lo largo de la isla y la falta de voluntad para dedicar un mínimo de los miles de millones de dólares atesorados por los militares a la compra de camiones de basura y de fumigación, “bazucas” y malatión para fumigar, abate para matar las larvas de mosquito y el combustible requerido, de modo que no hubo nada que contuviera la proliferación de los agentes transmisores.
"Hay más de 160 muertos diarios"
Uno de los testimonios referidos en el informe del OCC es de la trabajadora de una funeraria en La Habana, que declaró a Martí Noticias:
Todos los días hay muchos fallecidos. En el mes de octubre terminé con 295 fallecidos. Tenemos que estar poniendo fallecidos hasta en el pasillo. Mira, yo a veces tengo de 12 a 13 fallecidos, diarios. No sabemos por qué hay tantos muertos, no nos han dicho nada.
Las imágenes de cementerios colapsados son otro testimonio evidente de la verdadera dimensión de la epidemia. La administradora de la Base Central de Necrología, desde donde se distribuyen los carros fúnebres a 24 funerarias de La Habana, precisó a medios independientes a inicios de noviembre de 2025:
La Habana está colapsada. Hay más de 160 muertos diarios. Ayer mismo hubo 162, antier hubo 167. Desde el día 10 de octubre a la fecha, La Habana colapsó a más de 100 fallecidos diarios. No nos han dado la información de a qué se debe el colapso.
Se ha orientado al Ministerio de Salud Pública mantener la verdad en secreto
El OCC denuncia también la falta de recursos para tratamientos adecuados, lo que ha provocado muertes innecesarias. Otro de los testimonios recogidos a mediados de noviembre, refiere que en la provincia de Holguín las personas con síntomas tienen que autodiagnosticarse ante la falta de profesionales que puedan atenderlos en policlínicos y hospitales. Un vecino entrevistado por medios independientes en noviembre de 2025, declaró:
Las personas se están deshidratando y no hay una política para eso. Muchos están yendo al médico y están virando para atrás solamente con el consejo de cocer hojas de cereza.
Ante este colapso de la salud cubana, el silencio es la política que sigue el régimen, según plantea el OCC:
Regresar al inicioTal como en otras crisis epidemiológicas, se ha orientado al Ministerio de Salud Pública mantener la verdad en secreto, para no acabar de dañar el turismo y el cartel de potencia médica con que venden al exterior los servicios de los médicos que faltan en Cuba. No solo ocultando el número real de fallecidos, sino atribuyendo los decesos a otras causas como “muerte natural” de personas por demás saludables, o a sus enfermedades los fallecimientos de enfermos crónicos que se encontraban compensados.