Es el mismo muchachito que alzó su bandera ensangrentada el 11 de Julio de 2021 en La Habana y quedó así fijado en la foto símbolo de las grandes protestas de 2021.
Contactado por la revista Árbol Invertido para que respondiese un breve cuestionario, en vez de hablar sobre su experiencia personal o responder preguntas acerca de su historia "de película", de rebelión, resistencia y fuga a la Libertad, decide aprovechar los segundos de una entrevista relámpago para dirigirse humilde pero firmemente a los jóvenes cubanos, sus familias, y al pueblo todo, enviando un mensaje de solidaridad y esperanza: "Un día alzaremos la bandera y celebraremos la victoria de la Libertad sobre la opresión".