El Gobierno del presidente Joe Biden anunció este lunes un nuevo endurecimiento de las restricciones para los solicitantes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos, una medida que afectará de manera significativa a los migrantes, incluyendo los provenientes de Cuba.
Las normas anunciadas, que entran en vigor este martes, endurecen las ya estrictas disposiciones implementadas en junio por Biden, lo que hará mucho más difícil que se levanten las restricciones y que los migrantes puedan solicitar asilo tras ingresar irregularmente al país, informó la agencia Asociated Press.
¿En qué consisten las nuevas restricciones?
Anteriormente, el Gobierno de EEUU tenía la facultad de restringir el acceso al asilo si más de 2.500 personas intentaban cruzar la frontera de manera irregular en promedio por día, y solo se levantaban si esa cifra caía por debajo de 1.500 durante siete días consecutivos.
Sin embargo, bajo las nuevas normas anunciadas este lunes, el promedio de cruces diarios deberá mantenerse por debajo de los 1.500 durante 28 días consecutivos para que las restricciones puedan levantarse.
Otro cambio importante es que ahora se incluirá en el conteo a los menores no acompañados provenientes de países no limítrofes, lo que aumenta las probabilidades de que las cifras superen los umbrales establecidos y, por lo tanto, las restricciones se mantengan por más tiempo.
A pesar de que estos menores no estarán sujetos a las limitaciones, su inclusión en las estadísticas dificulta aún más que el número de cruces se reduzca lo suficiente para levantar las prohibiciones.
El impacto en los migrantes cubanos
Estas restricciones impactarán directamente a los migrantes cubanos, quienes constituyen un grupo considerable de los solicitantes de asilo en la frontera sur, de acuerdo con los datos del propio Gobierno estadounidense.
Si bien algunos cubanos podrían intentar utilizar vías legales como la aplicación CBP One para programar citas en los puntos de cruce oficiales, la saturación de este sistema y la escasez de citas disponibles complican su acceso. Además, quienes intenten ingresar de manera irregular a través de cruces no oficiales enfrentarán expulsiones aceleradas, según las nuevas normas.
El aumento del periodo de tiempo para evaluar la reducción de cruces irregulares –de 7 a 28 días– hace más difícil que las restricciones se levanten en el corto plazo, prolongando la incertidumbre para quienes están atrapados en zonas fronterizas esperando una oportunidad para solicitar asilo.
Críticas y contexto electoral
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) calificó la norma como “ilegal”, argumentando que obliga a quienes huyen de peligros graves a permanecer en situaciones precarias mientras intentan acceder al sistema de asilo.
La política migratoria está siendo un tema candente en la campaña electoral estadounidense, donde la gestión de la migración irregular es un punto central de debate. Con el expresidente Donald Trump como principal candidato republicano y promotor de políticas antimigrantes, el Gobierno de Biden pretende mostrar una postura firme en la seguridad fronteriza.
A pesar de las críticas internas y externas, el Departamento de Seguridad Nacional ha defendido las nuevas medidas, argumentando que desde la implementación de las restricciones en junio, el número de cruces ha disminuido en más de un 50%.
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