Las chimeneas no paran de arrojar una densa nube tóxica, y los pobladores del municipio de Moa (en Holguín, Cuba), están alarmados por la creciente contaminación ambiental, reportando la presencia de una sustancia en el aire que describen como un "tizne tóxico", el cual cae sobre las casas.
Según múltiples testimonios, lo que respiran “es como veneno”: provoca tos, ardor en la garganta, alergias en la piel y afecta sobre todo a los niños. Muchas personas reportan que al limpiar las superficies, al poco tiempo vuelven a estar cubiertas de residuos oscuros. Desde el Consejo Popular Caribe hasta zonas como Pueblo Nuevo y Las Coloradas, residentes coinciden en que se ha sentido un fuerte olor, similar al del gas licuado, especialmente durante la noche. Algunos pensaron que se trataba de fugas en sus hogares hasta que descubrieron que era un problema generalizado. “Nos están matando poco a poco”, comentó una vecina en Facebook, visiblemente afectada por la situación. A la emergencia ambiental se suma el silencio de las autoridades, que hasta el momento no han dado explicaciones ni respuestas. La población denuncia abandono institucional y exige una solución urgente. Entre el hambre, los apagones y ahora la contaminación, vivir en Moa —dicen— se ha vuelto una pesadilla diaria.