Cubanos del exilio reunidos frente al restaurante Versalles, en Miami, cantan el Himno Nacional de Cuba este10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. El encuentro, parte de una convocatoria global por la libertad de la isla, muestra a personas de distintas generaciones levantando banderas al grito de “Viva Cuba libre”, una escena que reafirma la continuidad de las reivindicaciones políticas de la diáspora.
La convocatoria internacional reúne en esta jornada a cubanos en más de veinte ciudades del mundo para protestar frente a embajadas del régimen y exigir respeto a los derechos humanos. Las acciones, organizadas por el exilio y apoyadas por grupos de la sociedad civil, se desarrollan en países de América Latina, Europa y Estados Unidos como parte del “Grito Mundial por Cuba”, una iniciativa que busca visibilizar denuncias de represión y acompañar a quienes dentro de la isla reclaman libertades fundamentales.
Versalles, un escenario político del exilio cubano
El restaurante Versalles, fundado en 1971 en el barrio de Little Havana en Miami, se convirtió en un punto de encuentro para los cubanos recién llegados, que lo utilizaban para enterarse de noticias, buscar ayuda, compartir información y debatir sobre política. En un tiempo en que no existían redes sociales ni medios digitales accesibles, el local pasó a ser un referente para la comunidad migrante.
Hoy, Versalles funciona como una especie de plaza pública donde se mide el pulso de la comunidad y se articulan discursos sobre democracia, libertades y derechos humanos en Cuba. Allí se congregan los emigrados cuando ocurre un hecho relevante —desde crisis migratorias hasta protestas en la isla—, y es habitual que cadenas como CNN, Univision o Telemundo transmitan desde su acera para recoger la reacción del exilio.
Día Internacional de los Derechos Humanos
El encuentro frente al restaurante Versalles coincide con el Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemora cada 10 de diciembre y recuerda la aprobación en 1948 de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Desde entonces, la fecha se utiliza para promover actividades públicas, informes y campañas sobre libertades fundamentales, y es habitual que organizaciones y comunidades en el exilio la empleen para visibilizar denuncias relativas a sus países de origen.
En el caso cubano, la jornada adquiere un peso particular: distintos grupos, dentro y fuera de Cuba, la aprovechan para insistir en violaciones acreditadas por entidades como Human Rights Watch y Amnistía Internacional. Estos organismos registran constantes atropellos contra la libertad de expresión, asociación y movimiento en la isla.
Desde los años ochenta, el exilio procedente de Cuba convoca vigilias, marchas y concentraciones cada 10 de diciembre con el fin de llamar la atención sobre la situación de derechos humanos en el país. La fecha aparece con frecuencia en iniciativas impulsadas por organizaciones asentadas en Miami, como la Fundación Nacional Cubano Americana, grupos de exprisioneros políticos y asociaciones de la sociedad civil que surgieron tras el éxodo del Mariel.