La crisis del turismo en Cuba queda confirmada por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), tras reconocer una disminución significativa de visitantes en el período comprendido entre enero y julio de 2025.
Las cifras detrás de la caída
El país recibió en los primeros siete meses del año solo el 76,8% del total de visitantes que ingresaron a territorio nacional en el mismo período de 2024, de acuerdo con la publicación oficial en la red social X.
Hasta julio de 2025, Cuba recibió un total de 1 577 330 viajeros, es decir, 328 126 menos que en el mismo período del año anterior. De ellos, 1 123 987 eran extranjeros —más de tres cuartas partes del total— y 141 046 cubanos residentes en el exterior, una cifra que también refleja un descenso significativo respecto a 2024.
Canadá, Estados Unidos y la Federación de Rusia se mantienen entre los principales emisores de turistas hacia la isla, aunque los datos oficiales muestran una reducción notable en la llegada desde esos países. En el ámbito latinoamericano, los mayores flujos provienen de México, Argentina y Colombia: mientras estos dos últimos incrementaron sus visitantes, México registra un descenso.
Para Camila Aguilar, guía turística del casco histórico de La Habana, la escasez de visitantes extranjeros se traduce en una drástica reducción de sus ingresos durante la temporada baja.
"Siempre han sido meses difíciles, pero antes al menos se generaban algunos ahorros. En este sector, quien no logra guardar durante la temporada alta, luego se muere de hambre".
Causas y perspectivas de recuperación
Expertos del área atribuyen la crisis turística a problemas como la persistente escasez de alimentos, medicamentos y productos de higiene, que disuade a los turistas que buscan comodidad y seguridad.
También destacan el deterioro de la infraestructura hotelera y la fuerte competencia de otros destinos del Caribe con ofertas más completas y económicas, según la Asociación Caribeña de Turismo (CTA).
El Ministerio de Economía y Planificación (MEP) había proyectado para 2025 la llegada de 3,5 millones de turistas, una meta que, a la luz de las cifras, parece inalcanzable.
La agencia estatal Prensa Latina reportó que esta caída afecta directamente la entrada de divisas —vitales para una economía dolarizada y en crisis—, con impacto en sectores como el transporte, la agricultura y la manufactura de souvenirs.
El Ministerio de Turismo (MINTUR) anunció una estrategia con mayor flexibilización para la inversión extranjera y una campaña de marketing agresiva en mercados tradicionales (Canadá, España y Alemania), además de otros nuevos. Sin embargo, analistas citados por la agencia británica de noticias Reuters advierten que estas medidas serán insuficientes sin mejoras tangibles en la oferta y en la situación general del país.
El panorama para el resto de 2025 no es prometedor. La temporada alta de noviembre será un termómetro crucial para medir las posibilidades de recuperación. El futuro del sector depende no solo de las estrategias del MINTUR, sino también de una solución más amplia a los problemas estructurales de la economía cubana y de la evolución del contexto geopolítico internacional.
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