Entre 2011 y 2020, Dominique Pelicot propició encuentros sexuales entre su mujer Gisèle (con quien tiene tres hijos y lleva casado 50 años) y otros 51 hombres, en Carpentras, al sur de Francia.
Lo peor de todo, sin embargo, es que la esposa de Dominique nunca estuvo consciente de lo que sucedía con su cuerpo: su marido la drogaba con benzodiazepinas y otros medicamentos para que perdiera el conocimiento.
Las pruebas fueron descubiertas cuando la policía revisó el domicilio de Dominique, de 71 años, a raíz de otro delito suyo de índole sexual, y descubrió en su PC más de 20 mil fotos y videos de las violaciones, ordenados metódicamente según la fecha.
"Este hombre tuvo una vida dura, pero, a pesar de eso, pudo formar una familia", dijo la abogada de Dominique, "pero en algún momento algo hizo 'click' y su infancia se puso al día con él".
Dominique publicitaba estos encuentros en una página web y después acordaba la la hora y el día con sus cómplices. El juicio ha dado inicio en Aviñón y se preveé que dure hasta el 20 de diciembre. Según recientes investigaciones, Dominique ha sido asociado además con un caso de 1991, donde una joven fue violada y asesinada, y con otro intento de violación en 1999.