El joven artista cubano Alez Malloy, radicado en Uruguay, ha hecho de las calles su galería y de los restos urbanos su materia prima. Recolecta maderas y fragmentos desechados, los interviene con colores vivos que remiten a su isla natal y los devuelve al espacio público transformados en piezas artísticas.
Cada obra lleva una frase contundente: “De Cuba para ti. No vinimos a invadir tu país”. Con este gesto, Malloy busca contrarrestar los prejuicios hacia la migración caribeña y, al mismo tiempo, obsequiar un pedazo simbólico de Cuba a quienes se encuentren con sus creaciones en la vía pública.
Entre 2012 y 2023 el 20 % de los inmigrantes que llegaron a Uruguay eran cubanos, una presencia visible que ha marcado la vida cultural del país. En ese escenario, las piezas de Alez Malloy dialogan no solo con la calle, sino también con la experiencia colectiva de una diáspora que busca integrarse sin perder sus raíces.