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Poesía cubana

“Dijiste hambre, oscuridad, anciano y sueño; / arroz, tristeza, libertad y patria / (qué palabras tremendas libertad y patria)...”

“La luz llenó el crucifijo / con una herida sangrada, / y cuando la llamarada / bajó de su corazón, / brilló un agua de perdón / en la celeste mirada.”

"Yo vine a construir, a dar aliento sin tenerlo, / y no importa que trueques o amordaces la luz de tu horizonte..."

Como Pasternak, Heberto Padilla vio el peligro de que en tiempos de crisis el poeta pueda ser reducido a la condición de “hombre al margen”.

Con su poema “En el antiguo barrio de las putas”, Antonio José Ponte instaura un tipo de figura escritural en la poesía cubana.

"En 1989, Norge Espinosa publica uno de esos poemas que marcan para siempre a un escritor: 'Vestido de novia'.”

"La poética de la muerte es omnipresente en toda su poesía. Pero si hubiera que poner un ejemplo, este podría ser 'Muerte de un payaso'."

Los versos de Onel Pérez Izaguirre avanzan y cortan, llevan el impulso de los olvidados, la belleza que brota del dolor y la desesperanza como un castigo.

“A los campos, corred, cañeros, nadie con seso, carnaval / a las porras, factores, corred, nadie sin repudiar, desfilando.”

"Baja la cornamenta entre la bruma / y brillan en el agua ondas de espuma. / Se bebe los segundos, queda inerte."

"Hombre de circunstancias / habituado a la oferta de desistir / en el tramo que va / de la muerte a la vida / y de la muerte / a la muerte".

"Quien les dio el derecho/ de decir que Cuba no es isla/ sino entelequia flotante,/ mero corcho en las caribes aguas?"