Un video viral ha dejado probado lo que era un deseo de muchos amantes del filme El Rey León, y posteriores sagas: la existencia real de Timón y Pumba, a los que se les ve jugar mientras parece que cantan "Hakuna matata". Esta frase en la lengua Suajili que se habla en países de África oriental, significa literalmente: "No hay problema". Otra lección de los animales en la vida salvaje: podemos ser diferentes y llevarnos bien, incluso muy bien. Los mejores amigos entre especies diferentes, así lo demuestran.
Cualquiera que haya visto El Rey León guarda un cariño especial por Timón y Pumba. Son divertidos, filosóficos y, hay que decirlo, encantadoramente raros. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué animales son en realidad?
Timón y Pumba, ¿qué animales son en realidad?
Timón es un suricata (Suricata suricatta), ese pequeño vigilante del desierto que suele pararse sobre sus patas traseras como si fuera el centinela de una torre. Viven en el sur de África, en clanes organizados, y tienen un sistema de cooperación que haría palidecer a más de una comunidad humana.
Pumba, por otro lado, es un jabalí verrugoso africano, más conocido como facóquero (Phacochoerus africanus). Con esos colmillos curvados y su cara peculiar —adornada con verrugas que no son nada estéticas, pero sí útiles en peleas—, no pasa desapercibido. Habita en las sabanas abiertas, donde corre a gran velocidad si se siente amenazado. Nada de torpeza, como nos hizo creer Disney: cuando se enfada, puede ser bastante feroz.
Ahora bien, ¿estos dos podrían haber sido amigos en la vida real? La verdad es que es poco probable. Aunque ambos viven en zonas similares del continente africano, no suelen cruzarse mucho, y mucho menos hacerse compañía. Los suricatas prefieren el calor de su madriguera familiar, mientras que los facóqueros son más solitarios o andan en pequeños grupos. Aun así, es bonito imaginar que esa improbable amistad, aunque ficticia, pudiera haber ocurrido en algún rincón de la sabana.
Suricatas y Jabalíes verrugosos: unidos por enemigos comunes
Un detalle simpático: ambos animales comparten depredadores comunes —leones, hienas, y a veces incluso humanos—, así que no es descabellado pensar que en algún momento hayan coincidido cerca de una charca, cada uno atento a su manera. Tal vez Disney no estaba tan lejos después de todo. Y es que, al final, Hakuna Matata también es una forma de mirar la vida con ternura… aunque seas un jabalí verrugoso y una suricata.
Disney les había reservado apenas un pequeño papel secundario en la película El Rey León, pero, para sorpresa de los realizadores del filme, terminaron robándose el protagonismo y la preferencia del público, así que llegaron a tener sus propias películas, gracias a su buena onda y su sentido alegre de la vida.
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