De forma general, los términos arte urbano o arte callejero hacen referencia a cualquier manifestación artística representada en un espacio "abierto", ya sea en calles, parques o plazas, al aire libre. Esta modalidad creativa suele ser practicada por autores, en su mayoría autodidactas, que pretenden exponer sus realidades mediante los recursos discursivos de los que disponen.
Ajenos a la enseñanza académica, muchos de estos artistas se mantienen distanciados de los circuitos "oficiales" de promoción y comercialización del arte, tales como galerías, museos o cualquier otra experiencia curatorial de este tipo. Sin embargo, el reconocimiento público e incluso institucional de estos creadores ha aumentado sostenidamente desde principios de este siglo.
Asimismo, el arte urbano ha estado impregnado desde sus orígenes por una fuerte motivación política, ya que se trataba (y aún se trata) de la "apropiación" del espacio urbano por parte de sujetos marginados por el poder. Esta y otras razones han motivado que dichos artistas mantengan una tensa relación con la Ley, siendo catalogada su obra, en ocasiones, como "vandalismo" o "desorden público".
#CubaChequea te propone conocer más en este explicativo sobre el arte urbano, sus orígenes y sus principales representantes y manifestaciones. De igual forma, podrás acercarte a la "legalidad" de sus manifestaciones y al alcance de este tipo de arte en Cuba.
¿Cuándo y dónde surgió el arte urbano?
El origen del arte urbano suele situarse en París, en esa turbulenta década de los sesenta que desembocaría en aquel mayo del 68, cuando los artistas comenzaron a trabajar en las calles de forma muy cercana a lo que se entiende actualmente por arte callejero, sobre todo si pensamos en aspectos como la modificación de la concepción del espacio y la búsqueda de la interacción con la ciudad y sus habitantes.
Este tipo de arte surgió como una forma de expresión reivindicativa, con cierto carácter político, de crítica social, muy unido a los barrios urbanos. Aun así, en la actualidad puede ser usado para representar cualquier emoción o sentimiento, independientemente de la existencia o no de un mensaje político.
El primer uso del término "arte callejero" en el sentido más cercano al uso contemporáneo data de 1985 y se refiere a una publicación de Allan Schwartzman, titulada Street Art. El libro recoge el trabajo de varios artistas de Nueva York que transformaron la percepción del espacio urbano con sus creaciones artísticas a principios de los 80.
Ya en la década del 2000, el arte urbano empezó a aparecer de forma masiva en los periódicos, en Internet y en la televisión de todo el mundo: el movimiento empezó a ser cada vez más mediático y, en algunos casos, a salir del anonimato y la ilegalidad.
¿Cuáles son las principales manifestaciones del arte urbano?
Al clasificar el arte urbano de acuerdo a las técnicas empleadas, obtenemos, principalmente, las siguientes categorías:
- Grafiti: el grafiti es la “pintada” tradicional, es decir, el dibujo o la escritura clandestina en las paredes de la ciudad. En el caso del arte urbano, esta pintada no es solo un mensaje de protesta, sino que adquiere todo un sentido estético: dibujos, formas y mensajes, a la manera de cualquier otra obra de arte.
- Stencil: funciona en base a una plantilla de plástico o papel en la cual se recorta la silueta de lo que se desea pintar, y luego se las adhiere a la pared antes de sobrepasarla con pintura. De esta manera suelen lograrse figuras muy elaboradas y se combina el texto con la imagen.
- Pósteres o paste up: materiales impresos en papel u otros formatos, pegados con engrudo en las paredes. A pesar de que poseen una función informativa en primera instancia, suelen permanecer mucho tiempo y permiten la combinación entre varios de ellos con el fin de formar figuras de importante tamaño.
- Esculturas: existen otras formas de arte callejero que incluso intervienen objetos de la vía pública como casetas telefónicas, inmuebles o la misma superficie de las calles y aceras, combinando la escultura con otras artes gráficas.
¿Arte urbano o vandalismo?
Desde su propia concepción, el arte urbano sugiere la "apropiación" del espacio citadino en aras de transformar nuestro vínculo estético, político y arquitectónico con la ciudad. De esta forma, no han sido pocos los conflictos legales que se han generado, así como las intervenciones policiales, la "eliminación" de las obras e incluso el arresto de sus autores.
"El grafiti es un movimiento cultural diverso, constructivo y vandálico a la vez", comenta Carlos Núñez en El Faro de Vigo, "Como el dios Jano, tiene dos rostros, el de la expresión sublime de los cánones académicos y el de la aparente resistencia cultural al sistema". Así, se añade en este mismo artículo: "El vandalismo no es arte, no tiene sentido, no tiene belleza alguna, es una forma de violencia sin una comunicación social o artística expresada directamente."
Existen manifestaciones de arte urbano que "se hacen en espacios públicos destinados para ello, con artistas grafiteros contratados", mientras que hay obras ilegales que "se hacen en espacios públicos sin autorización y desde el anonimato", según declara el medio Generación dos punto cero.
En el caso es España, las leyes con respecto a la condición vandálica del arte urbano suelen variar entre comunidades autónomas y entre ciudades. En Madrid, por ejemplo, según la LEY 3/2007:
- Las infracciones leves serán sancionadas con multa de 300 a 3.000 euros. Prohibición en la vía pública, monumentos, estatuas, mobiliario urbano, arbolado, cierres de obras, espacios publicitarios, así como en las fachadas de los edificios y construcciones.
- Las infracciones graves serán sancionadas con multa de 600 a 6.000 euros. Constituye infracción grave la reiteración de dos infracciones leves en un periodo de dos años.
Debido a la alta popularidad de estas manifestaciones, muchos han sido los grafiteros que se han profesionalizado, esto es, trabajan a partir de encargos de entidades privadas o de los gobiernos de su comunidad.
¿Cuál es el estado del arte urbano en Cuba?
En Cuba se tienen reportes sobre las primeras pinturas en las calles (a manera de murales), por diarios de viajeros que visitaron la Isla desde mediados de 1920, donde resaltaban el colorido utilizado por artistas anónimos. Inspiradas fuertemente por el movimiento muralista que se desarrollaba en México, estas piezas pueden considerarse como una suerte de proto-arte urbano en el país.
"En Cuba, de manera explícita, el grafiti no está considerado como un delito. Sin embargo, pintar en espacios públicos puede ser un acto de maltrato a la propiedad social", se puede leer en un reportaje del periódico Tribuna de La Habana.
Según la abogada Liset Mailen Imbert Milán, entrevistada para ese mismo trabajo, “un principio del Derecho dice que lo que no está prohibido, está permitido: cuando hay un vacío legal sobre algo, este último pasa a ser, técnicamente, no-ilegal”.
En Cuba, las paredes del espacio público han sido utilizadas por el gobierno desde sus inicios como método de propaganda y adoctrinamiento. Grafitis (o simplemente letreros) alusivos a Fidel, el Che o la Revolución abundan en las calles del país. Debido a esto, el carácter “ilegal” de la apropiación de los muros en la Isla ha sido determinado no tanto por el sitio de la pintada, sino por su autor y/o su contenido político.
La existencia de este tipo de obras en Cuba es posible en tanto su autor no sea considerado como un opositor político y no exista en ellas rastro alguno de contenido "subversivo"
Así ha sucedido, por ejemplo, en el capitalino barrio de San Isidro, donde se encuentra la casa-taller del artista Luis Manuel Otero Alcántara. Debido a su activismo continuado, varias de las pintadas que adornaban las paredes exteriores de su casa fueron borradas por miembros de la Seguridad del Estado.
Algunos de los artistas urbanos más notables de Cuba son Maisel López, autor de una serie de rostros infantiles que abarcan casi toda la capital cubana; Yulier Rodríguez (o Yulier P.)., cuyas figuras de aspecto cuasi-alienígena pretenden representar "el hambre, el miedo y la desesperación de los cubanos"; Fabián López, creador de ese célebre personaje de las calles habaneras conocido como el "Super Malo"; o Danilo Maldonado Machado, apodado El Sexto, grafitero y activista que ha sido encerrado varias veces como consecuencia de su quehacer artístico.
Algunos de los más significativos representantes del arte urbano en Latinoamérica
1. Elliot Tupac (Perú)
Elliot Urcuhuaranga es un artista que llena de colores los muros de las ciudades usando las muy famosas “chichas” (tipografía típica de Perú). Esto lo ha llevado a exponer en diferentes lugares del mundo. También transmite su talento través de workshops (talleres de trabajo) llevados a cabo en ciudades de Ecuador, México y Perú, principalmente.
2. Ceroker (Colombia)
Camilo Gordillo, alias Ceroker, es un reconocido artista urbano que gracias a su estilo festivo no sólo ha expuesto en lugares como Argentina y Perú, sino que ha ilustrado para reconocidas marcas. De hecho, también es director y co-fundador del proyecto artístico A Tres Manos Estudio.
3. Saner (México)
Edgar Flores, más conocido como Saner, es un artista urbano originario de la Ciudad de México. Su estilo enaltece su antepasado. Su uso de colores y texturas mexicanas han sido plasmadas en muros y galerías de todo el globo. En México es muy común encontrar intervenciones suyas mientras caminas por colonias como la Juárez o la Roma.
4. Colectivo Licuado (Uruguay)
Colectivo Licuado es una iniciativa de pintura mural de Camilo Núñez y Florencia Durán, formada en 2015. Su objetivo es pintar y trabajar juntos como equipo, dando color a los espacios públicos y privados. Investigan y combinan la cultura y la tradición de un entorno particular, con su propia estética.
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