Frente al inminente paso del huracán Melissa, el arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García Ibáñez, dirigió un mensaje de serenidad y fortaleza espiritual a los cubanos. En su intervención, el líder religioso recordó que “no podemos evitar los vientos, pero sí hacer que el paso del huracán sea más humano”, apelando a la fe, la unidad y la responsabilidad comunitaria ante uno de los fenómenos naturales más terribles de 2025.
En su mensaje, García Ibáñez exhortó a seguir las orientaciones de la Defensa Civil de Cuba, proteger la vida y los bienes materiales, y mantener la esperanza en la capacidad del pueblo cubano para sobreponerse a la adversidad. “Escuchen las advertencias, cuiden a sus familias, ayúdense unos a otros. El Señor nos dará la fuerza y tendrá esto en cuenta”, refirió.
El huracán Melissa alcanzó categoría 5 según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con vientos sostenidos de más de 280 km/h. Su trayectoria avanza lentamente hacia el oriente cubano tras golpear Jamaica con intensas lluvias y marejadas. El fenómeno se considera el huracán más fuerte del planeta en 2025, y su desplazamiento lento aumenta el peligro de inundaciones prolongadas.
García Ibáñez evocó en su mensaje el recuerdo del huracán Sandy, que devastó el oriente de Cuba en 2012, y subrayó la necesidad de mantener la prudencia y la preparación. “El espíritu humano no perece; siempre trata de superar los desafíos”, afirmó el prelado, aludiendo también a la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, símbolo de refugio y esperanza para la nación.
El mensaje del arzobispo propone una visión de unidad social en tiempos de crisis, cuando la comunicación, la ayuda vecinal y el respeto a las normas de seguridad se vuelven vitales. En un contexto donde los apagones, la escasez y la incertidumbre afectan a miles de familias cubanas, su voz intenta recordar la dimensión humana de la fe y la solidaridad.