El influencer italiano Dario Fattore compartió en TikTok su experiencia durante un viaje a la isla. Su testimonio, que rápidamente alcanzó gran repercusión, muestra una realidad muy distinta a la postal turística de autos coloridos, salsa y sonrisas: hoteles infestados de cucarachas, falta de agua corriente y precariedad en los servicios básicos.
Fattore relató que incluso en un hotel de cuatro estrellas tuvo que dormir rodeado de insectos y sin acceso a agua potable. A estas carencias se sumaban la suciedad acumulada y los malos olores en las calles. Según sus palabras, la experiencia fue un verdadero "infierno" para cualquier visitante.
Más allá de la propaganda oficial y de la imagen que Cuba intenta proyectar hacia el exterior, el testimonio del influencer expone la magnitud de la crisis: pobreza extendida, escasez de productos esenciales, un sistema sanitario colapsado y falta de protección tanto para los habitantes como para los turistas.
Este tipo de relatos abre un contraste con la visión idílica que suele difundirse sobre el país. Frente a las campañas que promueven la isla como destino turístico, las experiencias de viajeros como Fattore ofrecen una mirada cruda y directa sobre la vida cotidiana en Cuba, marcada por la precariedad y la desigualdad.