El escritor húngaro László Krasznahorkai (Gyula, 5 de enero de 1954) fue reconocido el jueves 9 de octubre de 2025 como el ganador del Premio Nobel de Literatura del año. El jurado convocado por la Academia Sueca reconoció su "obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte". A sus 71 años, Krasznahorkai se convierte en uno de los escritores húngaros más reconocidos internacionalmente, consolidando una carrera marcada por la experimentación narrativa y una visión apocalíptica de la realidad.
El húngaro que abandonó el comunismo
László Krasznahorkai nació al sur de Hungría. Estudió Derecho y Lengua y Literatura Húngaras. Tras trabajar algunos años como editor, decidió dedicarse por completo a la escritura. En 1987 abandonó la Hungría comunista para trasladarse a Berlín Occidental, donde obtuvo una beca que le permitió desarrollar su carrera literaria fuera del régimen totalitario.
A principios de la década de 1990, emprendió largos viajes por Mongolia y China, y pasó más tarde a Japón. Estos escenarios orientales provocaron cambios estéticos y estilísticos significativos en su escritura, ampliando las dimensiones de su universo narrativo más allá de la experiencia húngara.
De Nueva York a la reclusión en las colinas
Mientras escribía la novela Guerra y guerra (1999), Krasznahorkai viajó por Europa y Estados Unidos. Durante su estadía en Nueva York, vivió en el apartamento de Allen Ginsberg, reconocido poeta estadounidense asociado con la Generación Beat. La relación entre Krasznahorkai y Ginsberg surgió a través de una serie de conexiones literarias y culturales. El apartamento de Ginsberg se había convertido en un punto de encuentro para artistas y escritores de todo el mundo, y su estancia allí le proporcionó a Krasznahorkaiuna visión única de la vida cultural y literaria de Nueva York en ese momento.
Actualmente, el autor vive recluido en las colinas de Szentlászló, una pequeña localidad húngara donde ha encontrado el sosiego necesario para su creación literaria.
Satantango y la consagración cinematográfica
Su primera novela Sátántangó (1985), traducida al castellano como Tango satánico, lo llevó al centro de la vida literaria húngara y sigue siendo su obra más conocida. Fue adaptada en 1994 por el cineasta húngaro Béla Tarr en una película homónima de más de siete horas de duración, filmada en blanco y negro, que se convirtió en un hito del cine mundial.
Otra novela suya fue adaptada al cine por Béla Tarr: Melancolía de la resistencia (1989), con el título Armonías de Werckmeister (2000), y previo a todo esto escribió el guion de otra cinta del director: La condena (1988). La colaboración entre Krasznahorkai y Tarr ha sido una de las más fructíferas en la historia del cine y la literatura húngaros.
En una entrevista, Béla Tarr describió la dinámica creativa entre ambos: "Krasznahorkai siempre complica, yo siempre simplifico". Esta relación de complementariedad permitió que las extensas y sinuosas frases del novelista encontraran su equivalente visual en los planos secuencia largos y contemplativos del cineasta. Tarr también ha reconocido que sus películas no son solo suyas, sino el resultado de una colaboración de treinta años con Krasznahorkai, la montajista Ágnes Hranitzky y el compositor Mihály Víg.
Una obra para lectores exigentes
Entre las obras de Krasznahorkai traducidas al castellano se pueden encontrar Relaciones misericordiosas (1986), Ha llegado Isaías (1998), Guerra y guerra (1999), Al Norte la Montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río (2003),Y Seiobo descendió a la Tierra (2008), y El último lobo (2009). Para los lectores más exigentes que se acerquen a sus novelas, probablemente no baste con leer un solo título. Se distinguen por el legado de la lengua magiar, por las dimensiones desapercibidas de la imaginación y por el virtuosismo de su elegante escritura.
A propósito de la entrega del Nobel de Literatura, la escritora cubana Wendy Guerra comentó en sus redes sociales:
Este escritor, conocido por su prosa densa, hipnótica y de largo aliento, con frases que a veces abarcan páginas enteras sin punto final es uno e mis autores europeos predilectos. Su escritura ha sido descrita como una sinfonía de desesperanza y belleza, donde el caos del mundo moderno se enfrenta a la búsqueda de sentido espiritual en el ser humano. ¡A leerlo!
El propio autor ha definido su literatura como "la realidad examinada hasta la locura". Su estilo narrativo se caracteriza por largas oraciones sinuosas que fluyen sin fin, repletas de digresiones y repeticiones que desafían la paciencia y la atención del lector. Esta técnica, especialmente notable en Guerra y guerra, crea una atmósfera hipnótica y opresiva. Sus novelas exploran temas como la decadencia, el colapso de las utopías, la desesperanza existencial y la búsqueda de sentido en un mundo que parece encaminarse hacia el apocalipsis.
Un estilo denso con humor negro
La obra de Krasznahorkai desarrolla estos temas apocalípticos y distópicos con un estilo denso y melancólico, pero también con un humor negrísimo y un misticismo laico. Su predilección por las frases largas y los escasos saltos de párrafo le han valido el calificativo de "obsesivo" por parte de la crítica. Su lenguaje es capaz de unir la mirada apocalíptica con elementos grotescos que se enraízan en una tradición literaria que se extiende desde Franz Kafka hasta Thomas Bernhard.
La crítica estadounidense Susan Sontag lo calificó como "el maestro húngaro contemporáneo del apocalipsis, que inspira comparaciones con [Nikolái] Gógol y [Herman] Melville". Otros críticos lo han comparado con gigantes de la literatura universal como Samuel Beckett y Fiódor Dostoyevski. El escritor alemán W.G. Sebald afirmó que "la universalidad de la visión de Krasznahorkai rivaliza con la de Almas muertas de Gógol". Por su parte, el Premio Nobel húngaro Imré Kertész declaró: "Sus longas y sinuosas frases me encantan".
Una literatura de cocción lenta
Críticos españoles han descrito su obra como una literatura sin prisa, de cocción lenta y desarrollos profundos que contrastan con el ritmo acelerado del mundo contemporáneo. Krasznahorkai ha encontrado inspiración tanto en sus experiencias bajo el comunismo húngaro como en los extensos viajes que emprendió después de mudarse al extranjero. El escritor define su literatura como una búsqueda de belleza en medio del caos y la desolación, características que se reflejan en sus escenarios frecuentemente yermos y sus personajes atrapados en situaciones límite.
Reconocimiento internacional previo al Nobel
A lo largo de su carrera, Krasznahorkai ha recibido numerosos galardones literarios. En 2015 obtuvo el Premio Man Booker Internacional, que reconoce la excelencia en la literatura publicada en inglés. Este galardón lo posicionó como uno de los autores contemporáneos más importantes de Europa del Este. En 2024 recibe el Premio Formentor de las Letras. Sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas y han sido aclamadas por críticos y lectores en todo el mundo, consolidando su reputación como un escritor de culto con una audiencia internacional devota.
Tras conocer sobre el Nobel, Krasznahorkai declaró sentirse "muy feliz" por el premio y "tranquilo y muy nervioso" a la vez. "Es el primer día de mi vida como ganador del premio Nobel. Mi vida es una corrección permanente", afirmó el autor, dejando entrever su naturaleza reflexiva y autocrítica.
El Premio Nobel de Literatura viene acompañado de un reconocimiento económico de 11 millones de coronas suecas (aproximadamente un millón de dólares). La entrega oficial de este lauro ocurre durante la ceremonia que simpre se celebra en Estocolmo, Suecia, el 10 de diciembre de 2025, fecha del aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
Encuentra un fragmento de la novela Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río en nuestro dosier Novela "Al Norte la montaña..." (fragmento) de László Krasznahorkai (Premio Nobel 2025).
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