Una investigación publicada este domingo por El Diario Vasco reveló algunos testimonios de cubanos que se han visto explotados en España por las autoridades de la Isla a través de contratos laborales que son equivalentes a la “esclavitud moderna”, según han denunciado organizaciones como Prisoners Defenders.
En concreto, el medio de prensa español publicó un reportaje sobre los cubanos sometidos a este tipo de contratos en el país europeo, donde incluyó los testimonios de tres ciudadanos de la Isla que se han visto sometidos a estos acuerdos: un especialista deportivo, un mecánico naval y un ingeniero electricista.
De acuerdo con la información revelada por el medio de prensa, que reservó la identidad de los testimoniantes, el primero de estos casos sufrió esta explotación laboral hace cinco años, mientras los otros dos a principios del siglo XXI.
El reporte denunció que las jornadas laborales de los profesionales cubanos sumaban entre 54 y 77 horas semanales, que solo uno de ellos conocía el contenido de su contrato y otro ni siquiera sabía cuál sería su lugar de destino al aceptar el empleo. Ninguno podía dormir fuera del lugar asignado por las autoridades de la isla ni traer a sus familias para que los acompañaran.
Entre los datos que revela la investigación también se encuentra que los cubanos recibían menos de la mitad del dinero que les pagaban en el país europeo, yendo el resto a las arcas del régimen, el cual ni siquiera les entregaban la totalidad de lo que se les asignaba, pues parte de esto solo se les daba una vez estaban de vuelta en Cuba.
Una de las testimoniantes denunció que también carecían de intimidad, pues fue regañada por mantener relaciones personales con una colega española, lo que le iba a costar dos años de separación de su profesión una vez volviese a Cuba.
En el caso de no volver a Cuba tras terminar el contrato, estos trabajadores son sancionados con hasta siete años sin poder volver a entrar a la Isla, lo que significa en la mayor parte de los casos la separación de sus hijos, padres y demás familiares.
Estas denuncias han llegado en los últimos años a la Organización de Naciones Unidas (ONU), ante lo cual el relator especial para la Esclavitud Contemporánea del organismo internacional, Tomoya Obokata, dijo que estiman un total de 50.000 trabajadores cubanos en el extranjero sometidos a estos contratos laborales.
La ONU explicó que estos cubanos trabajan bajo condiciones laborales precarias y de explotación a través de convenios entre las autoridades de la Isla y empresas, ayuntamientos y comunidades de unos 67 países del mundo, entre ellos España.
Tomoya Obokata envió una carta a las autoridades cubanas con copia al gobierno español donde advirtió que “deportistas, artistas, músicos, bailarines y otros profesionales cubanos trabajan a través de empresas de la Isla que retienen una gran parte de sus salarios” en España.
El abogado español Javier Larrondo, presidente de la ONG Prisoners Defenders, dijo al medio de prensa que en España “es mínimo lo que pasa”, con un total de 100 a 200 casos al año.
Entre los datos más llamativos publicados por el medio de prensa español se encuentra que el 81% de quienes lograron desertar aseguran que estuvieron sometidos a restricciones de movimiento, mientras el 75% de ellos no tenía permitido ni siquiera pernoctar fuera de las instalaciones vigiladas.
En tanto, el 78% de los cubanos que sufrieron estos contratos aseguraron que la policía política debía aprobar cualquier relación de amistad o sentimental con extranjeros.
La ONU se ha pronunciado al menos en tres ocasiones condenando a las misiones médicas cubanas, cuyos contratos han sido equiparados por los expertos en derechos laborales como “esclavitud moderna”.
El último de los pronunciamientos de la ONU mencionó la complicidad de Estados como España, Italia y Qatar, así como de la empresa MSC Cruceros, la cuarta corporación más grande de su tipo en el mundo, con sede en Ginebra.