El cortometraje independiente de ficción Primera enseñanza, dirigido por Aria Sánchez (Cuba) y Marina Meira (Brasil) es la película cubana más premiada en 2025, pues cosechó en el año tres premios en prestigiosos festivales internacionales como Locarno (Suiza), Doha (Qatar) y Estambul (Turquía). Además, integró las selecciones oficiales de certámenes cinematográficos en Berna (Suiza), Viena (Austria), Bratislava (Eslovaquia), Budapest y Györ (Hungría), y La Habana.
Estreno mundial y premio a la Mejor dirección en Locarno 2025
Primera enseñanza tuvo su estreno mundial el 7 de agosto de 2025 en el Festival Internacional de Cine de Locarno, en el que obtuvo su primer galardón: el premio a la Mejor Dirección en la sección Pardi di Domani (Leopardo del mañana) dedicada a visibilizar obras de corto y medio metraje gestadas por realizadores emergentes con propuestas estéticas de riesgo.
Después de este debut global de lujo, la película se alzó con otro premio a la Mejor Dirección para Sánchez y Meira en la primera edición del Festival de Cine de Doha (DFF), que se celebró del 20 al 28 de noviembre de 2025 en Qatar, con la participación competitiva de casi cien películas de 62 países.
Casi de manera simultánea, la película cubana obtuvo el Premio Especial del Jurado de la competencia internacional de cortometrajes del 15° Festival internacional de cine sobre Crimen y Castigo, celebrado del 27 de noviembre al 2 de diciembre de 2025 en la capital turca.
Entre los otros certámenes que exhibieron la película como parte de sus competencias oficiales está el 8° Festival de Cine de Danubio Azul, evento regional europeo celebrado del 22 al 30 de noviembre de 2025 en Austria, Eslovaquia y Hungría; el 14º Festival de Cine Latinoamericano y del Caribe de Berna, celebrado durante todo octubre y principios de noviembre de 2025; y el 46º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (FNCL), que transcurrió del 4 al 14 de diciembre.
Una película sobre la instrumentalización política en las escuelas cubanas
Primera enseñanza está protagonizada por Daniela (interpretada por Mía Hernández Morales), una niña de 10 años que posee una voz privilegiada, y destaca entre sus compañeras de clase. Es la "estrella" de los matutinos políticos de su escuela primaria, lo cual le gana la envidia del resto de las niñas. Pero de repente sus cuerdas vocales se afectan durante una presentación, y por orden del médico requiere guardar un estricto período de mudez total hasta recuperarse.
A partir de este hecho, su lugar dentro de la "jerarquía social" de la escuela se ve afectado, revelándose la naturaleza instrumentalizadora, y por ende deshumanizante, de la institución. Daniela ha perdido su valor de uso. Ante sus profesoras solo la definía su mérito vocal. De sopetón se convierte en un ser mediocre, sin identidad, sin utilidad. A falta de una sustituta inmediata que cumpla con los requisitos para cantar en los matutinos, la escuela implementa estrategias de vigilancia y delación para recuperar a su estrella política, para rescatar lo que en ella arroja dividendos, en este caso, simbólicos.
Daniela es entonces presionada para sanar y volver a brindar su voz para los propósitos ideológicos de la escuela. Una de las maestras establece un sistema de vigilancia colectiva con el resto de las alumnas, que deben delatarla si se atreve a susurrar siquiera. Para eso se establece una retorcida "emulación", que terminará premiando a la niña que más veces delate a la protagonista.
El régimen cubano, y por extensión todo totalitarismo, siempre ha buscado adoctrinar al pueblo, desde las edades más tempranas, en la fidelidad a la institución por encima de cualquiera valor humano. Sin reparar que solo consigue estimular los instintos más viles de las personas en formación.
Siendo la primera de muchas colaboraciones creativas de Aria y Marina, sirve además de manifiesto estético, pues, según comentan, en esta película, y en las que vendrán, buscan:
Crear atmósferas que nos llevan a sentir lo absurdo en mundos aparentemente ordinarios, una invitación a cohabitar en las preguntas que suponemos saber las respuestas.
Concebida en clave de horror psicológico, la puesta en escena de Primera enseñanza está pensada para reflejar a cabalidad lo agresivo e inhumano del entorno en que Daniela vive. Distante, enrarecida, casi maliciosa, se sostiene en la fotografía precisa y glacial de la cubana Claudia Remedios, bien centrada en aprovechar el potencial expresivo de unos planos medios y generales que lucen extrañamente “cerrados”, claustrofóbicos.
El montaje del catalán Dídac Quintana los combina con otros tantos primeros planos muy lúgubres, para estructurar un flujo de sucesos incómodos que oscilan entre la psique de la enmudecida Daniela, sometida a una crisis sin precedentes, y la hostilidad circundante.
Una producción independiente
Primera enseñanza está coproducida por la empresa independiente cubana Wajiros Films y la española Ivi Productions y colaboró en su gestión La Tijera Producciones, iniciativa con la que debutan en el campo de la producción independiente las directoras Sánchez y Meira, junto a la también cubana Iraida Tamayo.
También contribuyeron a la película otras productoras independientes como La 4ta. Isla (Cuba-Perú-Colombia) y Corojo Cinema (Cuba), así como la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), de la que ambas realizadoras son egresadas: Sánchez, del curso regular de Guion, y Meira, de la maestría de esa especialidad. También fue muy importante la participación de la productora ejecutiva española Júlia Marcó —también egresada del programa de maestrías de la Escuela—, quien apostó por la película desde la misma génesis del proyecto.
Las directoras declararon:
Contamos con el apoyo de mucha gente. Fueron más de cien mecenas, un equipo con más de cuarenta personas involucradas, el apoyo de la EICTV, además de nuestra propia inversión directa en toda la etapa de desarrollo, preproducción e investigación, hasta que, de hecho, logramos hacer posible la idea de un rodaje. ¡Hicimos todo en menos de cuatro meses, hasta hoy no sabemos muy bien cómo, pero tener gente tan dispuesta a hacer con nosotros fue parte esencial de eso!
Primera enseñanza es el primero de muchos proyectos que Sánchez y Meira tienen en diferentes etapas de gestación para 2026, como el documental experimental Leonas, que en 2025 ganó el Fondo Noruego para el cine cubano, y los largometrajes de ficción Debajo de mi cama duerme una jirafa, con guión de Aria (su tesis de graduación en la EICTV), y La máquina de hacer dinero, con guion de Marina. Sobre esto han declarado:
Como dúo y en búsqueda de una estructura que nos permita la escritura de esos largometrajes, desarrollaremos un laboratorio de tres meses y estamos en búsqueda de socios y colaboradores que nos apoyen y acompañen en ese viaje.
Primera enseñanza, con todos sus méritos, es una prueba más de que el cine cubano está en uno de sus grandes momentos, gracias a los creadores que desde el territorio independiente son reacios a plegarse a los dictámenes del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), a pesar de enfrentar siempre graves obstáculos para financiar sus obras.
Hace mucho que el ICAIC dejó de ser el eje y el núcleo de la creación fílmica de los realizadores nacionales e internacionales que miran a Cuba, como el caso de Marina Meira, que junto a Aria Sánchez, y muchísimos más, apuestan por un cine sin agenda oficial ni oportunismos. Estas películas responden solo a la sinceridad y la consecuencia artística de sus realizadores, y por eso trasciende a importantes plataformas internacionales; aunque no sean exhibidas en las pantallas de la isla, controladas por una institución que no se interesa por las obras que no respondan directamente a sus intereses.
Regresar al inicio