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Películas | Película cubana "Matar a un hombre": Cronología de una censura homofóbica

"Intuyo que Matar a un hombre ha sido censurada por razones esencialmente homofóbicas, por poner en relieve un discurso crítico sobre diferentes manifestaciones de violencia que se pueden ejercer sobre nuestros cuerpos", declaró su director.

Fotograma de "Matar a un hombre", película de Orlando Mora (2024).
Fotograma de "Matar a un hombre", película de Orlando Mora (2024).

La Mención Honrífica obtenida en el 37° Festival de Cine de Girona, en España, por la película cubana Matar a un hombre (2024) del realizador Orlando Mora, vuelve a llamar la atención sobre uno de los más lamentables episodios de censura política y homofóbica contra el cine cubano en la tercera década del siglo XXI. 

Matar a un general cubano gay

El exitoso recorrido de esta cinta por festivales europeos, de las Américas y el Caribe, contrasta con el veto institucional y policial que decretó su invisibilización en todos los espacios públicos de la isla, por motivos no declarados oficialmente, pero que se intuyen sin mucha dificultad. 

También renueva la discusión sobre la homofobia oficializada en todas las instituciones militares y policiales de la isla, en las que una orientación diferente a la heterosexualidad es inadmisible, y resulta motivo suficiente para expulsar a cualquier oficial de las filas. 

La película recrea las últimas horas en Cuba de Javi (interpretado por Ángel Ruz), un joven gay que trabaja como bailarín exótico en un cabaret queer. Tras su última presentación, se dispone a abandonar el país y a su amante, Castillo (interpretado por Eduardo Martínez), un militar que exhibe grados de general de división de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y que echa mano de sus contactos en las "altas esferas" para evitar que su capricho secreto emigre. 

El relato breve, pero de una intensidad dramática poderosa, se concentra en el último y desesperado intento de Castillo por evitar que su relación homoerótica se quiebre. El forcejeo entre ambos deviene gran gesto de emancipación de Javi como ser humano y como cubano. Se libra de un hombre que está embestido de un poder totalitario (y por ende es su símbolo), que lo oprime y fuerza a servirle a cambio de su vida, su felicidad y su libertad.

Del ejercicio académico al estreno mundial

Este cortometraje de ficción fue concebido por Mora durante su etapa como estudiante de Dirección de Ficción de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (EICTV). Es un ejercicio académico, autorizado, producido y evaluado por dicha institución, que también se encargó íntegramente de su distribución en festivales, incluido el de La Habana.

El estreno mundial de Matar a un hombre no tuvo lugar en Cuba, como es muy común para todo el cine independiente o "parcialmente" no oficial, como es el caso de las obras producidas por alumnos de la EICTV; que no siempre cuentan con el beneplácito de las instituciones más oficiales que la supervisan, dígase el Ministerio de Cultura (MINCULT) y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Son dos de los grandes censores y "administradores" del arte en Cuba. Responsables de numerosos vetos, sabotajes a obras, artistas, proyectos, eventos, y de la libertad de expresión creativa, y por ende política, en su más amplia expresión.

La edición 24° del Festival de Cine de Lisboa (LEFFEST), en Portugal, celebrado del 8 al 17 de noviembre de 2024, acogió la primera exhibición global de la película. La ubicó en la Competencia de Cortometrajes dentro del Encuentro Internacional de Escuelas de Cine acogido por este evento. 

Casi de manera simultánea, la película tuvo su estreno latinoamericano en el 27° Festival Ícaro, en Guatemala, considerado el principal evento cinematográfico de la región centroamericana, que entonces transcurrió del 23 al 30 del propio mes de noviembre de 2024.

Póster oficial de la película "Matar a un hombre" de Orlando Mora (2024).
Póster oficial de la película "Matar a un hombre" de Orlando Mora (2024). | Imagen: Yanaisy Puentes

"Matar a un Festival"

Con estas credenciales ya en su haber, la EICTV buscó para la película su estreno cubano en el 45° Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana, celebrado del 5 al 15 de diciembre de 2024. Certamen que a casi medio siglo de fundarse, aún gozaba de gran prestigio entre los cineastas latinoamericanos y del resto del mundo, como uno de los eventos regionales más antiguos y de gran convocatoria. A pesar de los numerosos episodios de censura contra películas y cineastas cubanos registrados sobre todo después de 2010. 

Matar a un hombre fue aceptado por el comité de selección del Festival, y ubicado en la competencia de cortometrajes aspirantes al Premio Coral. Se programó para ser exhibido en dos ocasiones: el 8 de diciembre de 2024 en el Multicine Infanta, a las 5:30 de la tarde, y el 9 de diciembre en el Cine 23 y 12, a la misma hora. Fue además promovido por los comunicadores del evento, y se le referenció en la prensa y la televisión oficiales. Incluso, Orlando Mora fue entrevistado en algunos espacios audiovisuales que transmitieron sin prohibiciones. Todo parecía "normal".

El propio Mora refiere en una relatoría y denuncia que publicó en sus redes sociales el 15 de diciembre de 2024, cuando el veto contra la película era escandalosa y perversamente evidente: 

El 20 de noviembre [de 2024] se realizó la conferencia de prensa del 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, donde se anunciaba la selección de Matar a un hombre dentro del concurso de cortos y mediometrajes. Llamo la atención sobre la ya habitual retención de las obras cubanas en su notificación, que se produjo mucho después de haber anunciado el programa internacional. El 7 de diciembre, se publicó la Cartelera Cine y Video del ICAIC, que la señala entre las cintas cubanas participantes en el evento, incluye su cartel en la portada del diario y la destaca entre las 10 recomendaciones latinoamericanas en competencia, según el crítico Antonio Enrique González Rojas.

El Festival se celebró en medio de las constantes interrupciones del servicio eléctrico en La Habana y en toda Cuba, que afectaron en varias ocasiones las programaciones diseñadas para los escasos cines capitalinos de que aun se disponía para proyectar las obras del evento. Por eso no resultó particularmente sospechoso que el primer pase de la película se viera afectado por un apagón. Pero el realizador señala que mientras esperaba porque "viniera la luz" en la sala:

Los directivos del Multicine Infanta me explicaron que, aún si volviera la electricidad, habían recibido la indicación de no proyectar nuestro cortometraje de 12 minutos de duraciónpara no retrasar la siguiente tanda. 

Lo endeble de la justificación se diluyó ante los constantes atrasos que sufrían las proyecciones durante esta edición de certamen y en muchas de las anteriores, tanto por los cortes del servicio eléctrico como por el mal estado de los cines y los equipos de proyección. A pesar de esto, las películas casi siempre cumplían sus planes de exhibición, aun si tenían que cambiar de fecha, hora y lugar. En su alegato, Mora detalló:

La segunda exhibición, el lunes 9 de diciembre a las 5:30 p.m., también fue frustrada por similar motivo. Recibí el apoyo del público, amigos, familiares, así como del equipo que asistió para acompañar nuestro trabajo. Vale destacar que se encontraba Priscilla Valdez, productora de la película, quien viajó desde República Dominicana con recursos propios para nuestro estreno nacional en el festival. Sobre las 6:30 p.m. llegó la electricidad al barrio y se iluminaron todos los edificios de la manzana, excepto el cine 23 y 12. 

El realizador cubano Orlando Mora y parte del equipo de realización de "Matar un hombre" ante el cine 23 y 12 en La Habana, apagado (9 de diciembre de 2024).
El realizador cubano Orlando Mora y parte del equipo de realización de "Matar un hombre" ante el cine 23 y 12 en La Habana, apagado (9 de diciembre de 2024). | Imagen: Facebook

Las llamadas de Orlando Mora a los programadores del Festival recibieron respuestas contradictorias, que revelaron la poca claridad de las propias comunicaciones internas del evento. Los censores no mantenían enterados a todos, pues no todos iban a ser cómplices de la conspiración contra la película. Mientras alguien le garantizó a Orlando Mora que la cinta sería reprogramada el 10 de diciembre las 8:00 de la noche en el Cine Acapulco, otra persona le refirió una hora después que esto no sería posible. El realizador detalla:

Acto seguido, la productora del filme le escribió a Tania Delgado, directora del Festival, para agradecerle la presencia de nuestra obra en el evento y solicitar su ayuda en aras de compartir la película con el público cubano. Hasta el día de hoy, no recibimos respuesta. El miércoles 11 de diciembre, María Félix Morales Lotz, responsable del Departamento de Distribución de la EICTV, escribió a los programadores del Festival pidiendo información sobre las nuevas fechas de proyección y requiriendo se atendiera nuestra consulta. Hasta el día de hoy, no recibimos respuesta.

Ante el silencio telefónico y cibernético, Orlando Mora decidió encarar a los responsables máximos del Festival de La Habana:

El jueves 12 de diciembre fui personalmente al Hotel Nacional, una de las sedes del evento y me dispuse a esperar a su directora, Tania Delgado. Un par de horas más tarde, la encontré acompañada de Roberto Smith, quien funge actualmente como programador. A la pregunta “¿qué está pasando con mi película?”, Delgado responde: “Absolutamente nada. Hemos tenido dificultades con esos bloques por los apagones, pero esas películas se van a reprogramar durante el fin de semana”.

Esta promesa de la directora del Festival, que poco tiempo antes ocupara el cargo de vicepresidenta del ICAIC, fue completamente falsa, como lo demostraron los siguientes acontecimientos. Aunque varios programadores le aseguraron a Mora que su película se proyectaría durante el último fin de semana del Festival, cuando se publicó el listado de películas correspondiente a los días sábado 14 y domingo 15 de diciembre, Matar a un hombre no estaba incluida. La censura se consumó.

Ante este oscuro entramado, Orlando Mora "puso el dedo en la llaga" y declaró:

Intuyo que Matar a un hombre ha sido censurada por razones esencialmente homofóbicas, por poner en relieve un discurso crítico sobre diferentes manifestaciones de violencia, dominación o control que se pueden ejercer sobre nuestros cuerpos. Me entristece que se convierta en otra película censurada y excluida por las autoridades políticas y culturales cubanas. Una cinta más que espera por un espacio para su estreno y circulación nacional.

Enfatizó además en la degradación a que es sometido sistemáticamente el Festival de La Habana por parte de sus "superiores" institucionales y policiales:

El Festival de La Habana ha sido significativo y relevante para las cinematografías de la región. Sin embargo, se ha visto convertido en un escenario propicio para que se produzcan atropellos tales como los que han enfrentado mi película y las de tantos otros en situaciones similares. Quienes forman parte de este entramado perverso, no solo ejercen violencia institucional sobre las obras y sus creadores, sino también sobre el público y el propio Festival, que se vuelve indigno e inmoral, como lo son quienes mienten a los cineastas y se vuelven cómplices de la infamia. De estas consideraciones excluyo al equipo de programación del Festival, cuyo trabajo y criterio también se han visto vulnerados; si los menciono es porque han sido mis interlocutores, pero fueron también quienes intentaron programar la película hasta el último día.

El Grupo de Representantes de la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC), entidad independiente que busca reivindicar los derechos de los realizadores de la isla ante el autoritarismo institucional del régimen, se hizo eco de este alegato publicado por Mora el 15 de diciembre de 2024, y puntó en un comunicado en redes sociales, titulado Matar a un festival, que sus palabras: 

Desmontan la falsa narrativa que ha pretendido imponerse en los medios oficiales sobre esta lamentable edición del Festival. Evidencian el "modus operandi" de quienes vuelven a ejercer la violencia institucional no solo sobre una obra y sus creadores, sino sobre el público cubano y la propia autonomía del Festival. La Asamblea de Cineastas Cubanos respalda la coherencia de este joven cineasta y rechaza una vez más los actos de censura y exclusión, el uso de la fuerza y el abuso institucional contra los creadores en el cine y en la cultura cubanos.


Presentaciones "alternativas" de Matar a un hombre en Cuba

Ante la innegable pero nunca abiertamente aceptada censura de Matar a un hombre en el Festival de La Habana, la Fundación Ludwig de Cuba y la Real Embajada de Noruega, respectivamente, acogieron dos proyecciones alternas de la película los días 17 y 19 de noviembre. La sede diplomática, decisiva para la producción de audiovisuales independientes cubanos gracias a su fondo de fomento, ubicó la cinta en su espacio habitual, Cine bajo las estrellas, que se dedica principalmente a promocionar los títulos de la isla patrocinados por su iniciativa.

La presentación en la Fundación Ludwig no estuvo exenta de contratiempos. La actriz y activista LGBTIQ+ Kiriam Gutiérrez, que encarna un tercer personaje en la película: la anfitriona trans del club donde Javi baila, fue coaccionada por la Seguridad del Estado para que no acudiera al lugar, según declaró a medios independientes: 

Recibí una llamada de un agente de la Seguridad del Estado, en la cual, con un tono de amenaza me dijo que yo debía de apartarme del filme. Considero que esto es una represión política, que yo tengo derecho como actriz y como cineasta de defender mi película, de defender el cine que hago y de, por supuesto, acudir a los espacios donde se proyecta mi trabajo.

Secuestrar a un cineasta

La "advertencia" a Kiriam fue la primera vez que la policía política del régimen manifestaba abiertamente su responsabilidad tras el sabotaje a la película que impugna su credo homofóbico. La segunda vez fue el secuestro de Orlando Mora, efectuado el sábado 21 de diciembre de 2025, según denunció la propia Asamblea de Cineastas en sus redes sociales:

A las 12:30 PM de hoy sábado 21 de diciembre el joven cineasta Orlando Mora Cabrera fue detenido por tres agentes del Ministerio del Interior ( MININT) y conducido, según se le informó, a la estación de Zapata y C en La Habana. Después de varios contactos, nos aseguran que allí no se encuentra. Hasta el momento no conocemos su paradero ni los motivos de su detención. Denunciamos esta irregularidad y expresamos nuestra solidaridad con Orlando Mora.

Esta breve alerta motivó un amplio apoyo a Orlando Mora por parte de la comunidad intelectual cubana de dentro y fuera de la isla, y por otras muchas personas que decidieron no callar ante el atropello. Tras varias horas desaparecido, Orlando Mora fue liberado por quienes lo apresaron en franco (y habitual) irrespeto hacia lo estipulado por la propia Constitución aprobada por el régimen. 

Palabras del realizador Orlando Mora en el 44 Festival de La Habana, contra la censura y por un cine cubano libre (13 de diciembre de 2023).

Una última proyección en Cuba, una última censura

Matar a un hombre volvió a proyectarse en Cuba después de todos estos episodios de censura y represión que intentaron suprimir su desprejuiciada y valiente representación de un militar cubano homosexual, y abordar abiertamente las tramas del poder totalitario. Y una vez más intentaron vetarla.

Festival Nōrdika: Días de diversidad, fue organizado por el Consejo de Países Nórdicos, representados por las Embajadas de Noruega y Suecia, los días 23 y el 24 de mayo de 2025, en el espacio "independiente" Estudio 50, en La Habana. Este evento incluyó una programación cinematográfica de temática LGBTIQ+ que tenía entre su selección la película de Orlando Mora. Pero su proyección hubo de ser suspendida, y reprogramada para una nueva edición de Cine bajo las estrellas, el 29 de mayo, en el espacio seguro de la sede diplomática, al que las manos de la policía política no llegan.

Aunque los organizadores de Nórdika no ofrecieron explicaciones oficiales, ni Orlando Mora tampoco publicó al respecto, esta permutación a última hora grita censura por todas partes.

¿Crees que en Cuba existe Libertad de Expresión?

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84% (70 votos)
Total de votos: 83

Un programa de la televisión cubana sobre la "Libertad de Creación" (a cargo de la periodista Cristina Escobar) removió este tema. Dijo Leonardo Padura: "Donde empiezan a complicarse las cosas es en la libertad de expresión y de difusión".


Matar a un hombre sigue proyectándose en el mundo

La breve pero "peligrosa" película de Orlando Mora siguió el camino de cientos de cintas cubanas que no han podido se "profetas en su tierra", y han debido marchar al exilio para ser reconocidas por los públicos de otras latitudes. Mientras, continúan prácticamente desconocidas para los cubanos que residen en la isla, y que tienen una idea muy limitada de las verdaderas dimensiones del cine cubano contemporáneo.

2025 fue un año muy propicio para Matar a un hombre, seleccionada por 9 festivales en América Latina y Europa. Aquí los relaciono:

La cronología de exhibiciones de Matar a un hombre está llena de sombras nacionales y luces internacionales, sumándose a las tantísimas cuentas pendientes que el régimen tiene con el cine cubano, cuya mayor y mejor parte ha invisibilizado sistemáticamente con ataques abiertos y velados, intimidaciones, vetos, silenciamientos, amenazas, prejuicios contra la integridad física y mental de los realizadores. Y en detrimento de la Cultura Nacional. Es un cine exiliado, que ha encontrado su valía fuera de la isla física, expandiendo la nación fuera de las costas, hacia todo el globo.

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Antonio Enrique González Rojas

Antonio Enrique González Rojas. Periodista y crítico de Arte y Cine.

(Cienfuegos, 1981) Periodista, crítico de arte, profesor y asesor creativo cinematográfico y narrador. Textos especializados suyos aparecen en publicaciones como Rialta Magazine, Hypermedia Magazine, El Laberinto del Minotauro, Cine Cubano, entre otras. Integró el Jurado de la FIPRESCI en el 39º Festival de Cine de la Habana, Jurado Oficial de Animación en el º43 Festival de Cine de la Habana, y Jurado de la Prensa en el 14º Festival de Cine de Gibara. Integró el jurado colateral de la organización Periodistas Iberoamericanos de Cine (PIC) en el 50º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, e integró en 2024 y 2025 el Jurado de los Premios de la Crítica Latinoamericana para el Cine Europeo de la European Film Promotion (EFP). Ha sido profesor y asesor de maestrías y el ciurso regular de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (EICTV). Tiene publicado dos libros de narrativa: El dispensador de respuestas (Reina del Mar, 2007) y El Tirano de Siracusa (Mecenas, 2009), y cuatro de crítica de cine: Voces en la niebla. Un lustro de joven audiovisual cubano (2010-2015) (Claustrofobias, 2016), Tras el telón de celuloide. Acercamientos al Cine Cubano (Primigenios, 2019), Crítica, mentiras y cintas de video (Oriente, 2023) y 100 películas a plazo fijo (Casa Vacía, 2023). Es miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) y de la PIC.         

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